«Querían acabar con toda mi familia»

«Sospechaba que nos habían hecho brujería porque todo comenzó a ir mal: mi esposo perdió el trabajo, teníamos muchos pleitos —incluso me fue infiel— y empezamos a tratar a nuestros hijos con agresividad. Sin embargo, él no creía que fuera a causa de ese mal.
Decidimos consultar a brujos, yo acepté únicamente para que mi esposo se diera cuenta de la gravedad del problema.
En lugar de ayudarnos, los brujos nos cobraron más de 100 mil pesos y nos llevaron al panteón, donde desenterramos un trabajo de brujería que incluía a toda mi familia. Ahí vimos que querían ver a mi esposo arruinado —tal como ya estaba sucediendo— y a mis hijos sin vida. Pero esa experiencia no trajo alivio.
Fue en ese punto que ambos aceptamos que necesitábamos buscar la protección de Dios.
Empezamos a ir a la Universal y, a través de la Palabra, comprendimos que solo teniendo al Espíritu Santo en nuestro interior evitaríamos el volver a sufrir aquel tormento; por eso, oramos con perseverancia hasta recibirlo. Gracias a Él fuimos libres de la brujería y hoy tengo la familia que siempre quise: hay amor, comprensión y apoyo. Bajo el cuidado del Señor, el mal no volvió a tocarnos.» -Adriana Pereda
«Sospechaba que nos habían hecho brujería porque todo comenzó a ir mal: mi esposo perdió el trabajo, teníamos muchos pleitos —incluso me fue infiel— y empezamos a tratar a nuestros hijos con agresividad. Sin embargo, él no creía que fuera a causa de ese mal.
Aunque ya conocíamos la Universal, decidimos consultar a brujos. Yo acepté solo para que mi esposo se diera cuenta de la gravedad del problema, ya que, de lo contrario, me diría: “¿Ya ves? Solo fue una mala racha, nada de eso es real”.
Los brujos nos cobraron más de 100 mil pesos y nos llevaron al panteón, donde desenterramos un trabajo de brujería que incluía a toda mi familia. Ahí entendimos que querían ver a mi esposo arruinado —tal como ya estaba sucediendo— y a mis hijos sin vida. Fue muy fuerte lo que vimos, y por eso ambos aceptamos que necesitábamos buscar la protección de Dios.
A través de Su Palabra comprendimos que solo teniendo al Espíritu Santo en nuestro interior evitaríamos volver a sufrir aquel tormento; por eso, oramos con perseverancia hasta recibirlo. Gracias a Él fuimos libres de la brujería y hoy tengo la familia que siempre quise: hay amor, comprensión y apoyo. Bajo el cuidado del Señor, el mal no volvió a tocarnos.» -Adriana Pereda
Viernes de Liberación Espiritual
Te esperamos este viernes, especialmente a las 7 p. m., en el Templo de los Milagros: Av. Revolución # 253, colonia Tacubaya, alc. Miguel Hidalgo, en la CDMX. O consulta en este enlace la dirección de la Universal más cercana a tu domicilio.
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