Que la humillación no te impida lograr el éxito

En la Biblia, encontramos historias de hombres que, a pesar de que fueron avergonzados y humillados, vencieron y ocuparon puestos altos.

Uno de ellos fue José, quien era el undécimo de los doce hijos de Jacob y el más amado, lo que desató la envidia de sus hermanos mayores, quienes, al contarles el sueño donde aparecía alzado sobre ellos —prediciendo sin percatarse el futuro—, lo vendieron como esclavo. Después de un tiempo, fue acusado por la esposa de su amo Potifar de intento de violación, y aunque era inocente, lo encarcelaron.

Pero ¿por qué a pesar de que fue atribulado por terceros, era exitoso en cualquier lugar? Simple y sencillamente porque confiaba en Dios y, a su vez, Él lo acompañaba. Como respuesta a esa fidelidad, lo pusieron al frente de toda la tierra de Egipto y, en tiempos de escasez, era quien mantuvo al reino egipcio en pie y decidía cómo se repartían las provisiones alimenticias.

De ser desgraciado por sus hermanos y avergonzado por una mujer, José se convirtió en gobernador de Egipto. ¿Y tú, en que te convertirás?