¿Qué has hecho con las piedras que encuentras en el camino?

Hay una historia de un rey que, para hacer una prueba con su pueblo, puso una inmensa piedra en medio de un camino de su reino y se ocultó a poca distancia, observando lo que los viajeros harían cuando encontraran la piedra en medio del sendero.

Él observó que muchos hombres, comerciantes, hombres ricos y poderosos de su reino, cuando se acercaban a la piedra, la rodeaban y continuaban su trayecto. Otros, al encontrar la piedra a medio camino, empezaban a insultar y maldecir al rey, diciendo: «El rey solo se preocupa por su palacio. Los caminos están en pésimo estado», rodeaban la roca y continuaban su camino.

Hasta que llegó un campesino, un hombre simple, que cargaba su carreta con vegetales y frutos que había cosechado de su campo, necesitando pasar por allí. Él, en lugar de dar la vuelta como todos lo hicieron, puso su carreta a un lado de la carretera y, con mucho esfuerzo, empezó a empujar con un tronco aquella roca y, tras mucho sacrificio, logró retirarla. Después, la puso a un lado, al borde del sendero, liberando el camino —no solo para él— sino para todos los viajeros.

Para su sorpresa, cuando regresó para tomar su carreta, encontró encima de ella un saco de oro y una nota del rey diciendo: «este oro fue reservado para quien quitara la roca».

Los obstáculos son oportunidades

Esta historia ejemplifica cómo, muchas veces, los problemas y obstáculos esconden oportunidades. Pero, lamentablemente, la mayoría de las personas no logran verlas. En lugar de eso, reaccionan con reclamos, calumnias, blasfemias e insultos. Y, consecuentemente, pierden la oportunidad que hay por detrás de aquel problema.

«Si ve cuidadosamente su historia de vida, desde la infancia hasta ahora, y se acuerda de los obstáculos, momentos difíciles que pasó, y lo que hoy significan para usted, lo que le proporcionaron, notará que muchos de los peores problemas que tuvo, se convirtieron en oportunidades, le hicieron más fuerte, una persona más capaz, más hábil, con más experiencia, y hoy es quien es a causa de esos obstáculos», destaca el obispo Renato.

Pero, lamentablemente, las personas no suelen ver los obstáculos y fracasos como oportunidades. Sin embargo, en el mundo empresarial, en el mundo de la ciencia, antes de alcanzar el éxito o hacer un gran descubrimiento, existieron muchos fracasos. Él menciona como ejemplo la vacuna contra el COVID-19.

El principio de la fe

«Antes de llegar al descubrimiento de la vacuna, se hicieron muchas pruebas, muchas de ellas fracasaron. Debieron presentarse muchos daños con las primeras versiones de la vacuna y aún la están probando. Pero tras cada fracaso fueron mejorando, entonces, no es un fracaso. Si al final ellos acertaron, fue un éxito, nadie va a estar pensando en el fracaso de la vacuna; en los fracasos que hubo antes de la versión final, todo el mundo dirá: “¡la vacuna está lista!”», dijo.

El obispo destaca que así también es con respecto a la fe. Y afirma que a partir del momento en el que aprendes ese principio de la fe, ya no verás tus problemas como una razón para estar triste, reclamar, blasfemar, insultar a las personas, a Dios, maldecir tu vida. Sino que vas a abrazar tus dificultades y ejercitar los músculos de tu fe para vencerlas.

«Todo el mundo quiere ser un héroe, todo el mundo quiere ser victorioso, pero cuando se habla de grandes luchas, las personas no quieren. Esto no tiene ningún sentido», señala el obispo.

Entonces, ¿cuál es el obstáculo que estás enfrentando ahora? ¿Logras ver las oportunidades que están por detrás de él?

Recuerda lo que el apóstol Pablo dijo, inspirado por el Espíritu Santo: «Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito» (Romanos 8:28).