Prueba en el desierto
«Y te acordarás de todo el camino por donde el Señor tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos.» (Deuteronomio 8:2).
Así como probó al antiguo pueblo en el desierto, así hoy el Espíritu Santo nos lleva al desierto para probar nuestra fe. Cuando somos humillados y perseguidos, todo esto para nuestro crecimiento espiritual y salvación, solo así probaremos si estamos firmes en Él y si realmente confiamos en Sus Promesas.
Por Ester Bezerra
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