Proponen reducir las horas laborales para mejorar la productividad

México uno de los países con las jornadas laborales más largas

La última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) destacó que millones de mexicanos tienen una jornada laboral excesiva. Sin embargo, esto no quiere decir que tengan buenos ingresos económicos ni que sean productivos.

Al respecto, el diputado José Ramón Camberos se pronunció a favor de reducir las jornadas laborales, ya que dijo: «el mexicano trabaja mucho y produce poco. La cantidad de horas y días se traducen en efectos negativos para la salud física y emocional de las personas».

Según el legislador, el exceso de tiempo invertido en el trabajo afecta a los empleados tanto física como mentalmente. Por ello, insistió que bajar el tiempo y horas laborales sería de gran ayuda. Además, aseguró que el incremento de la productividad en las empresas no es gracias a más horas trabajadas o más días, ya que del 2008 a la fecha la productividad se ha mantenido estancada.

No obstante, reducir la jornada laboral no es una opción a corto plazo, ya que para que esto pueda ser posible, antes tendría que modificarse el artículo 123 de la Constitución, donde se establecen los derechos y responsabilidades tanto de trabajadores como de las empresas.

«Trabajaba mucho, pero aun así estaba en la quiebra»

«Tenía problemas económicos porque en mi empresa los ingresos no eran suficientes. Un mes las ganancias eran buenas, dos meses nada. Incluso aumenté mis jornadas laborales, pasaba las noches trabajando, pero aun así los resultados eran negativos. Entre más me esforzaba, más desgate tenía sin una mejora en mis finanzas.

No tener los recursos económicos para cubrir mis gastos me generó otros problemas: no podía dormir, me estresé, estaba en constante angustia… El saldo en mi estado de cuenta generalmente era de menos cinco mil pesos, menos diez mil pesos… siempre quedaba a deber. Llegué a estar en número rojos.

Mi novia me invitó al Congreso para el Éxito y en las reuniones no solo me di cuenta de lo mal que estaba en mis finanzas, también me percaté de que espiritual y emocionalmente lo estaba. En las prédicas no solo encontré los consejos que me ayudaron a levantar mi empresa; además, tuve un desahogo interno gracias a las oraciones.

Dios me dio la confianza para proyectar cosas grandes e ir por ellas. Mi fe y obediencia a Él me abrieron las puertas para tener buenas oportunidades financieras. Hoy mi empresa genera ganancias decorosas. Ahora trabajo lo necesario y obtengo lo que quiero: prosperidad. No tengo deudas ni preocupación por cómo cubrir nóminas o los gastos de mi empresa. Tengo estabilidad financiera y espiritual que solo con Dios he podido hallar.» Carlos Carrales