Profetas de la Biblia: Oseas

Oseas profetizó sobre el Reino del Norte (Israel) ―mencionado, en su escrito, bajo el nombre de Efraín ― y vivió en la misma época que Amós, Jonás, Isaías y Miqueas ―estos dos últimos profetizaron en el Reino del Sur (Judá).

En los tiempos de este profeta, el rey de Israel era Jeroboam II. Él logró reconquistar los territorios que pertenecían a Israel en la época de los reyes David y Salomón ―periodo de oro del pueblo hebreo. Sin embargo. Jeroboam II no tenía temor de Dios y mantuvo la idolatría que había en Israel desde reinados anteriores (para saber más sobre el contexto histórico de ese momento, lee 2 Reyes, del capítulo 14 al 17, y Crónicas, de los capítulos 26 al 29). El éxito de este gobierno también hizo que la élite israelita se corrompiera y el pueblo sufriera (lee Amós 2 y Oseas 9). Y así, Israel caminaba cada vez más hacia la autodestrucción, lejos de los planes de Dios:

“Cuando Israel era muchacho, Yo lo amé, y de Egipto llamé a Mi hijo. Cuanto más Yo los llamaba, tanto más se alejaban de Mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios” Oseas 11:1-2

Los baales eran falsos dioses que el pueblo adoraba. La población vivía una decadencia espiritual y moral. Fue en este contexto que apareció el profeta Oseas, que le advirtió al pueblo sobre el camino equivocado.

La nación comete adulterio

Para el Señor, la infidelidad espiritual del pueblo era similar a la infidelidad en el matrimonio. Y, para mostrarle eso al pueblo de Israel, Dios le dijo al profeta Oseas que se casara con una mujer adúltera (Oseas 1). El profeta sufrió mucho con esa relación problemática, porque la mujer insistía en correr hacia sus amantes. Este matrimonio representaba la propia lucha de Dios para quitar del pueblo la idolatría y los pecados.

Aún en los días actuales, muchas personas insisten en vivir en el pecado como en los tiempos del profeta Oseas. El mundo actual ofrece propuestas sexuales, inmoralidad, entornos corruptos y de envidia, entre muchas otras variedades de podredumbre espiritual. Y, de igual modo, hay quienes ignoran el mensaje de arrepentimiento y reconciliación del Altísimo para vivir conforma a la propia voluntad.

Dios recibía ingratitud de parte de aquellas personas, así como también Oseas la recibía de su esposa adúltera. Oseas sufrió en la piel lo que el Señor recibía de Su pueblo. No obstante, el Señor siempre está dispuesto a perdonar. Pero la falta de arrepentimiento de los que se equivocan impide la existencia de esta comunión (Isaías 59:1-2).

Este inmenso amor es representado por el sacrificio del Señor Jesús en la cruz por la humanidad.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16

Israel es derrotado por los asirios

Como aquellas personas se distanciaron del Altísimo, no había manera de que Él las protegiera. Así que, los asirios ―un pueblo brutal que tenía fama de tratar con crueldad extrema a los enemigos ―dominó el Reino Norte, como Oseas profetizó.

“Aun será él llevado a Asiria como presente al rey Jareb; Efraín será avergonzado, e Israel se avergonzará de su consejo. De Samaria fue cortado su rey como espuma sobre la superficie de las aguas.”

A causa de los pecados, el pueblo había roto la alianza de matrimonio con el Creador.

Profetas de la Biblia

Cada profeta de la Biblia fue inspirado por Dios para traer un mensaje de edificación para nuestra vida. Por eso, aquí en Universal.org.mx encontrarás la serie “Profetas de la Biblia” que compila la historia de estos hombres de fe.

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