Prepárate para el Ayuno de Daniel

Tu oportunidad de desconectarte del mundo y (re)conectarte con Dios

Para conocer a alguien y tener una relación con aquella persona es necesario dedicarle tiempo y esfuerzo: saber escuchar y también hablar, agradar y ser sincero respecto a las demás expectativas, necesidades y debilidades son acciones necesarias.

Asimismo, conocer y tener una relación con Dios funciona de la misma forma, pero con un diferencial importante: Él necesita ser tu prioridad. Y obtener y mantener esa relación implica tener el Espíritu Santo. Sin Él es imposible conocer a Dios, y peor, ser de Él, como dicen las Santas Escrituras: «Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él» (Romanos 8:9).

Pero ¿cómo desarrollar una relación con Alguien que no vemos y sobre todo ante el inmenso volumen de información y distracciones que constantemente compiten por nuestra atención? Es un verdadero bombardeo de noticias, redes sociales, canciones y propagandas que sigilosamente les quita a las personas el «poder» de enfocarse en lo que realmente importa: la comunión con el Creador.

La Biblia destaca que hay muchos tipos de voces en el mundo y que ninguna carece de significado (1 Corintios 14:10), es decir, en cada voz siempre hay una intención. Por lo tanto, al ponerles atención, el oyente le dará un rumbo a su vida que, la mayoría de las veces, no le quería dar.

Por ejemplo, ¿alguna vez has evaluado si gran parte de los problemas financieros no son generados por escuchar las voces del consumismo? ¿O si una actitud equivocada echó a perder una relación amorosa por influencia del (mal) consejo de alguien o de una escena de una telenovela? Incluso algo relacionado con la apariencia: ¿cuántos se han arrepentido por un cambio estético que hicieron después de ver una propaganda y creer que les quedaría bien aquella «transformación»?

Pero ¿por qué eso sucede? Porque de una manera u otra siempre somos influenciados por lo que vemos o escuchamos. No obstante, ¿has pensado qué sucedería si tu enfoque y atención se centraran en lo que produce vida? Estamos hablando de la Palabra de Dios, la única que despierta la fe. Esa es la propuesta del Ayuno de Daniel, propósito que se llevará a cabo del 11 al 31 de diciembre en todas las Universal. Serán 21 días en los que los participantes —tanto los que quieren ser llenos del Espíritu Santo como los que ya lo están y quieren estrechar aún más su relación con Él— eliminarán de sus rutinas las distracciones que les impide estar más sensibles a la Voz de Dios.

¿Por qué el Ayuno de Daniel?

Este propósito se inspira en Daniel, un hombre de fe cuya historia se registra en la Biblia y que, probablemente, ya conoces. Él fue echado a la cueva de los leones, pero no se lo devoraron. Semejante libramiento ya destacaba la comunión que él tenía con Dios, incluso en una tierra extranjera, Babilonia, a donde, inicialmente, fue llevado como cautivo. Sin embargo, aún en un lugar rodeado de personas que no creían en Dios, no se dejó contaminar. Por eso, su ejemplo se toma como base para renunciar a los «manjares» del mundo (los cuales están vacíos) y, de esa manera, alimentarnos de lo que contienen todos los nutrientes espirituales que el ser humano necesita para desarrollarse en la fe.

¿Qué hacer durante el periodo?

Eliminar las distracciones. En otras palabras, es dejar de hacer todas las actividades que no se realizan por motivo de trabajo o estudio. Es decir, lo que no es una obligación hacia uno mismo o hacia otras personas no debe hacerse. Pero, además de cortarlas, es necesario enfocarse en las cosas de Dios. Medita en la Biblia, ve más a la iglesia durante ese periodo, en la Universal se realizan reuniones especiales para que la persona busque el Espíritu Santo. Además de eso, puedes ingresar al portal universal.org.mx, que tiene un vasto contenido para tu edificación espiritual. No obstante, cuidado de no saturarte de contenido, incluso si es espiritual. La idea no es la cantidad, sino la calidad y concentrarte en lo que Dios te quiere decir. Él no espera que solo estemos oyendo, sino que haya actitud con respecto a lo que Él dice. Solamente de esa manera será posible tener resultados.