¿Por qué no consigues vencer ese problema? ¿Será una maldición?
Muchas personas viven atadas a una maldición y no consiguen eliminarla. Conoce cómo librarte de ella.
La maldición del ser humano inició en el Jardín del Edén, cuando Adán y Eva probaron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 3:6). Después que Dios les ordenó que no comieran de él (Génesis 2:17). Esa desobediencia desencadenó la maldición en la vida humana afectando a la serpiente (Génesis 3:14), a la mujer (Génesis 2:16), al hombre y consecuentemente, a toda la Tierra (Génesis 3:17-19), por medio de sus hijos y sus generaciones posteriores.
Por ello entendemos que la maldición nunca surge sin ninguna causa determinada y que, normalmente, la raíz de ella es la desobediencia. Esta actitud afectó a Adán y Eva, y aun después de miles de años sigue perjudicando a un sinnúmero personas que ven que sus problemas nunca serán resueltos.
A diferencia de otros problemas, la maldición tiene un origen espiritual, y por eso es algo que no puede ser resuelto por vías naturales, es decir, por una determinación humana, y hay algunos tipos que son fácilmente identificables.
A lo largo de las generaciones
Un niño engendrado y que viene al mundo trae en su ADN su personalidad, sus rasgos, su color de piel y otras características heredadas de sus padres y antepasados. No obstante, más que el color de cabello y de sus ojos, cada ser humano puede heredar también los males espirituales que desencadenan malos comportamientos. Quizás estás sufriendo con los mismos problemas que tus padres o abuelos: un vicio, una enfermedad, miseria, una decepción amorosa. Puede ser que hasta hayas repudiado sus actitudes, pero acabaste cometiendo los mismos errores y no logras vencerlos.
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Cuando hay una maldición hereditaria esta se relaciona con ciertas épocas del año o con cierta periodicidad. Por ejemplo, había una familia que siempre en época de carnaval un familiar sufría un accidente fatal y perdía la vida. También hay personas que viven una maldición que le afecta cada seis meses o está la famosa maldición de los 27 años que sucede mucho en el medio artístico. Esto no debe ser visto como una mera coincidencia, como algo común, o consecuencia del destino, porque todo tiene una raíz en la propia familia, en su pasado. Muchos no tienen conciencia de que esos problemas tienen origen espiritual e intentan revertirlos con la fuerza de su brazo, pero no son algo físico.
Palabras de maldición
Otra forma en la que la maldición afecta al ser humano es a través de palabras lanzadas. Si una persona no tiene la protección de Dios y recibe una palabra maligna, esta entra en su vida y la destruye. Es común, por ejemplo, ver hijos que cargan por toda la vida la palabra de maldición dicha por los propios padres, causándoles infelicidad, trastornos y miseria. Ellos viven como si estuvieran amarrados por esas palabras. Otros, después de vivir relaciones sentimentales fallidas y de recibir la sentencia de que nunca serían felices con nadie, han continuado con su vida sin poder lograr la realización amorosa.
También hay personas que fueron víctimas de envidia y de una palabra relacionada a la pérdida que fue dicha por personas conocidas o por aquellos con los que convive, y de un día para el otro comenzaron a perder lo que habían conquistado.
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Camino de la maldición o de la bendición
En la Biblia cuando el pueblo hebreo entró a la tierra prometida, Dios lo puso enfrente de dos montes: el Gerizim (que representa un camino de bendición) y el Ebal (que representa un camino de maldición). El Altísimo dejó claro que la decisión es de cada persona:
«Miren, hoy pongo delante de ustedes una bendición y una maldición: la bendición, si escuchan los mandamientos del Señor su Dios que les ordeno hoy; y la maldición, si no escuchan los mandamientos del Señor su Dios, sino que se apartan del camino que les ordeno hoy, para seguir a otros dioses que no han conocido.» (Deuteronomio 11:26-28). De ese modo, Dios le da la oportunidad a cada persona de escoger el camino de la bendición, sin importar cual haya sido su pasado.
¿Cómo vencer esta situación?
Como dice la Palabra de Dios, aquellos que viven en obediencia a la Palabra, están bajo la bendición, representada por el monte Gerizim. Este monte florece, es verde, tiene vida. Pero, al norte, no muy lejos de ahí, está el monte Ebal, que representa las maldiciones, no tiene vida (así como sucede con muchos que están bajo una maldición). Este no es el caso de aquellos que están viviendo la fe en obediencia a la Palabra de Dios. Pero si tú has identificado que tu vida está como el monte Ebal, obispos y pastores de todo el mundo estarán en el monte Gerizim declarando el fin de la maldición.
Por lo tanto, si deseas eliminar la maldición de tu vida, participa en el propósito de la Mayor Quiebra de la Maldición en todas las Universal. El domingo 12 de marzo estarán los siervos de Dios en el monte Gerizim (de la bendición), realizando un clamor para que Dios quiebre y deshaga las maldiciones y el pasado de su vida, y así hagas una alianza con Él.
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