«Por la depresión perdí mi trabajo»

«Después de que mis papás intentaron obligarme a casarme, decidí irme de casa porque no quería hacerlo. Aunque me insistían para que regresara, nunca acepté. Sin embargo, comencé a sufrir muchas enfermedades: bronquitis, asma y fuertes dolores de cabeza que no desaparecían ni con medicamentos. Caí en una profunda depresión; sentía que mis papás me presionaban.
Con la esperanza de ser feliz, me junté con alguien, pero la tristeza no desapareció. Al quedar embarazada, me angustiaba pensar en cómo alimentaría a mi hija. Comencé a trabajar, pero perdí el empleo a causa de la depresión. Me encerré, no quería bañarme y ya no quería vivir.
Mi vida era un desastre cuando llegué a la Universal. Estaba desesperada, quería liberarme de la tristeza, la angustia y todo el dolor que llevaba dentro. Pensar en mi hija me motivó a seguir adelante. Desde la primera reunión sentí alivio, y por eso no dejé de asistir. Poco a poco, recuperé las ganas de vivir, la depresión se fue, volví a sentirme en paz y encontré un mejor trabajo.
Lo que realmente hizo la diferencia fue entender la Palabra de Dios. Me alejé de lo que no le agrada al Señor y perdoné a mis papás. El Espíritu Santo me dio fuerzas y ganas de salir adelante. Ahora, Él es mi refugio.» – Juana Hernández
Hay esperanza
Si has estado triste o tienes depresión, te invitamos a participar en las reuniones del Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe, es posible superar el mal del siglo.
También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio.
(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO
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