“Por la depresión llegué a pensar en el suicidio”
Desde muy chica empecé a sufrir bullying y mi autoestima fue muy baja debido a que siempre fui gordita. En aquella época, comencé a sentir un vacío que quería llenar complaciendo a los demás para formar parte de un grupo. Todo esto hizo que perdiera oportunidades.
La situación empeoró a partir del momento en que caí en depresión por la muerte de mi tía. En ese entonces empecé a cortarme en cada problema, a fumar y a adoptar actitudes fuera de lugar. Prácticamente, ya no me importaba nada. Por otro lado, la depresión ocasionó que siempre llorara, sufriera insomnio y llegara al punto de pensar en el suicidio todos los días. Además, la ansiedad tampoco mejoraba las cosas.
Cada vez que estaba con mis amigos, me sentía bien, sentía alegría temporal… Pero, cuando llegaba a casa, ahí estaba mi verdadero ser: me sentía sola y siempre pensaba que era la segunda opción de las personas. Al sentirme así, los pensamientos de suicidio dejaron de ser una idea para volverse dos intentos.
Cuando llegué a la Universal, empecé a valorarme, a amarme, y mis actitudes cambiaron en todos los aspectos. Gracias a Dios, ya no tengo la necesidad de encajar con los demás.
Hoy, soy otra persona, una Athziri con mucha felicidad. Ya no tengo que simular que estoy bien. En realidad, ¡estoy más que bien! ¡Y lo mejor de todo es que ahora soy feliz, tengo paz y amor!
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