«Pasaba horas en internet para evadir mi realidad»

«Atravesaba por diversos problemas familiares, eso me afectaba demasiado. Buscando una salida, hice amistad con otros chicos que me enseñaron a fumar marihuana, a tomar bebidas alcohólicas e inhalar solventes.  

Más tarde, mi escaparate fue el internet: pasaba horas navegando buscando información sobre diversas drogas. Poco a poco, me fui enganchando a las redes, hasta que caí en la pornografía. No medía el tiempo para ver ese tipo de contenido. Pensé que llenaría mi vacío interno, pero no.  

Al ver que en el internet no hallaba la manera de solucionar mis problemas, acepté la invitación que mi mamá me hizo para ir a la Universal. Participé en la reunión de la Cura de los Vicios y me recibieron con tanta alegría que me sentí muy cómodo. Al hablar con Dios, le pedí que me ayudara a cambiar.  

Siendo constante en las reuniones y usando mi fe, el Espíritu de Dios actuó en mí. Mi gusto por la marihuana se fue, ya no necesité más del internet para olvidar mis problemas, aprendí a enfrentarlos. Ahora soy feliz, tengo una familia unida y hay armonía entre nosotros. El Señor Jesús ha curado mis heridas y ya no siento ese vacío interno.» -Luis Gerardo Díaz