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Hasta sufrir por el Señor Jesús es motivo de alegría
Incluido en el gran privilegio de ser un hijo de Dios, está el hecho de soportar las persecuciones. Porque, hasta sufrir por el Señor Jesús es motivo de alegría.
En el pasado, los apóstoles estuvieron felices por ser azotados y humillados a causa del Evangelio. Pero ¿cómo reaccionan los cristianos hoy en día cuando son perseguidos?
«Ellos aceptaron su consejo, y después de llamar a los apóstoles, los azotaron y les ordenaron que no hablaran en el nombre de Jesús y los soltaron. Ellos, pues, salieron de la presencia del concilio, regocijándose de que hubieran sido tenidos por dignos de padecer afrenta por su Nombre.» (Hechos 5:40-41).
Por Núbia Siqueira
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