«Parecía estar destinada al fracaso, pero le di un giro a mis historia»
«Tenía problemas económicos y emocionales. Trabajaba; sin embargo, mi salario era poco, a duras penas sacaba para algunos gastos esenciales como el pago del agua, la luz, el gas… cubría el costo de estos servicios, pero esto implicaba quedarme sin dinero para comprar comida.
No tenía casa propia, me habían prestado el lugar que habitaba y los muebles eran regalados. Esta situación me afectó tanto que me enfermé: se me iba la visión, me daban náuseas, fuertes dolores de cabeza.
Un familiar me invitó a la Universal, acudí y en este lugar cambió la historia de mi vida. Aprendí a relacionarme con Dios; cuanto más practicaba la Palabra de Dios, más confiada estaba en que alcanzaría grandes cosas, por eso no dudé en participar en la Hoguera Santa, donde obtuve bendiciones.
En mi trabajo me ascendieron, mi salario aumentó y no tengo preocupaciones por cubrir mis gastos. Además, adquirí mi casa, me compré muebles, una camioneta… Lo que en muchos años no logré con la fe en el Señor lo he alcanzado», María Angélica Rosas.
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