Padres, en lugar de espiar a sus hijos, hagan esto

Una investigación señala que los padres tienen bloqueos al comunicarse con los niños

Un estudio realizado por Censuwide  —empresa de Reino Unido que se dedica a la investigación global basada en conocimientos— señala que el 33 % de los padres espían las actividades de sus hijos en internet. No obstante, menos del 20 % conversa con los niños sobre los riesgos que están ocurriendo.

La investigación señala que los padres tienen bloqueos para comunicarse con los niños, lo cual los lleva a investigar en secreto los sitios que los hijos visitan y sus conversaciones en línea.

Más del 50 % de los niños, a su vez, afirmaron que se sienten heridos cuando descubren que los padres están actuando de esa manera. Y eso los lleva a intentar ocultarles a sus padres lo que hacen en internet. Al menos 20 % de los niños tienen «cuentas secretas» en redes sociales.

¿Qué hacer?

El médico y especialista en tecnología Joseph Sykora es propietario de una empresa que desarrolla tecnología que mejora el uso de las máquinas manteniendo una buena salud mental. En una entrevista con el periódico británico Daily Mail, él explica que es necesario que los padres les enseñen a sus hijos a enfrentar los riesgos proporcionados por el internet, en lugar de espiarlos.

«Claro que existen riesgos, pero, con solo espiarlos, les estamos prestando un pésimo servicio a nuestros hijos, porque no les estamos enseñando a enfrentar la situación», afirma el especialista.

De acuerdo con él, los padres que espían, al descubrir que su hijo hace mal uso del internet, tienden a castigar al niño. Además, poco pueden hacer después de que los niños se vuelven víctimas de un crimen, como el acoso.

Por eso, lo ideal es conversar con los niños antes de permitir que tengan acceso a internet, explicarles los riesgos y mantener una línea de diálogo abierta.

«La comunicación abierta y unánime es la llave para desarrollar una relación saludable y un ambiente seguro en línea», alerta la psicóloga Jessica Swainston. «Los especialistas creen que la manera de proteger a los niños es trabajando con ellos, no a sus espaldas».