Octubre Rosa es más que un color

Hijas, hermanas, madres, abuelas, esposas, amigas, empleadas, empresarias, estudiantes o, simplemente, mujeres. Los resultados del Censo 2020, realizado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) revelan que 51.2 % de la población mexicana es del sexo femenino. El número de mujeres supera al de hombres por 3.06 millones de diferencia.

A pesar de ser la mayor parte de la población y de que asumen cada vez más responsabilidades en el día a día a causa de las exigencias de la vida moderna, a veces, las mujeres necesitan recordar que el autocuidado debe ser prioritario. Una forma de hacer esto es por medio del Octubre Rosa, el mes de la campaña de concientización con respecto al cáncer de mama y que, recientemente, incluyó el cáncer de cuello de útero.

Los indicadores más recientes del INEGI mostraron que el cáncer de mama es el de mayor incidencia entre las mujeres, corresponden al 8 % del total de casos por tumores malignos. En cambio, del cáncer de cuello de útero, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) refiere que es el segundo más diagnosticado y la segunda causa de muerte en ellas. Juntos suman grandes pérdidas relacionadas con los casos de neoplasia entre las mexicanas.

Al respecto, expertos destacan que la concientización es extremadamente importante por tratar del tema y permitir la detección precoz de las enfermedades. Con el diagnóstico de cáncer de cuello de útero y de mama en etapas iniciales, el tratamiento logra curar a gran parte de las pacientes. Por ejemplo, en el caso del cáncer de mama, se está hablando de un 95 % de oportunidades de cura cuando el diagnóstico se hace en etapa inicial.

Común en mujeres por arriba de los 60 años, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México alertan que la aparición del cáncer de mama ha aumentado entre las mujeres mayores de 20 años. Por su parte, el cáncer cervicouterino también suele detectarse en mayores de 40 años, pero ahora el 50 % de los casos corresponden a jóvenes entre los 25 y 35 años de edad. Por lo tanto, no hay edad mínima o máxima cuando el tema es sobre la salud.

A pesar de que la predisposición genética y de los malos hábitos estén asociados con el desarrollo de las enfermedades, el diagnóstico positivo no es una sentencia de muerte y hay varios tratamientos disponibles. Entonces, mantente atenta a las iniciativas realizadas a lo largo del mes y programa una consulta o examen que has pospuesto durante hace tiempo.

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En la salud, el conocimiento también es poder

• La historia por detrás del color rosa

Las campañas de concientización sobre el cáncer de mama comenzaron en la década de los 90, en Estados Unidos. Poco a poco, el movimiento fue ganando fuerza alrededor del mundo hasta que llegó a México.

• ¿Por qué se lleva a cabo?

El objetivo del Octubre Rosa es compartir información sobre el cáncer de mama y de cuello del útero, incentivar a la realización de exámenes para llegar al diagnóstico precoz y contribuir a favor de un prediagnóstico favorable de cura.

• Causas del cáncer de mama

Es causado por la multiplicación desorganizada de células anormales de mama. Ese conjunto de células forma un tumor con el potencial de crecer e invadir el tejido mamario, las axilas y otras partes del cuerpo. Hay diferentes tipos de cáncer de mama y el más común, responsable del 80 % de los casos es el carcinoma ductal invasivo.

• Ojo en los síntomas y la autoexploración

Además de la salida de líquido por el pezón, enrojecimientos en el lugar y la mama arrugada y endurecida, el síntoma principal es la presencia de nódulos palpables que pueden ser detectados por la propia mujer.

La autoexploración consiste en observar las mamas en diferentes posiciones delante del espejo y usar las puntas de los dedos para hacer movimientos circulares con una presión ligera para identificar posibles alteraciones.

• Exámenes de rutina

Para checar la salud de las mamas, se puede solicitar el examen de sangre, ultrasonografía, mamografía, resonancia magnética y, en caso de sospecha, se realiza la biopsia de mama. En cambio, en el caso del útero, la prueba de Papanicolau rastrea la presencia de lesiones precancerígenas, pero otros exámenes son necesario como la ultrasonografía transvaginal, colposcopía, legrado e histeroscopía con biopsia.

• Ojo con los riesgos y síntomas

Factores clínicos como la menarca precoz (menstruación antes de los 12), menopausia tardía (después de los 55 años), primer embarazo después de los 30 años y uso prolongado de anticonceptivos hormonales pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de cuello de útero. Inicialmente asintomático, algunas señales que se pueden relacionar con la enfermedad en estado avanzado son secreción vaginal, hemorragia y dolores.

• Los buenos hábitos siempre son bienvenidos

Alimentarse de forma saludable, practicar actividades físicas regularmente y no consumir bebidas alcohólicas, por ejemplo, son hábitos que contribuyen en la salud. Además de ellos, evitar el uso de anticonceptivos con hormonas sintéticas sin la recomendación de un profesional también es importante para prevenir el surgimiento del cáncer de mama o cervicouterino.

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• ¿Qué incluir en el Check up?

Se recomienda que la consulta con el ginecólogo se realice periódicamente a partir de la pubertad. En cambio, la inclusión de una mastografía en el Check up sería aproximadamente a los 40 años de edad o antes, cuando sea orientado por un profesional.

• ¿Cómo surge el cáncer de cuello de útero?

Es causado por la infección genital persistente ocasionada por el virus del papiloma humano (VPH). Las alteraciones celulares pueden evolucionar como cáncer de cuello de útero. Su progresión es lenta, y el tipo más común es el carcinoma epidermoide, que corresponde al 80 % de los diagnósticos.

• Inmunización es prevención

Capaz de prevenir los tipos de VPH y reducir significativamente las lesiones precancerígenas en el cuello del útero, la vacuna contra el VPH es gratuita en los Centros de Salud o en las clínicas del Seguro Social. Se recomienda la inmunización para menores entre los 9 y 14 años, además de hombres y mujeres inmunosuprimidos hasta los 45 años.