“Nuevo” vs. “De nuevo”: La importancia de la renovación espiritual

El mensaje central de la reunión de siervos realizada el domingo pasado por el obispo Franklin Sanches giró en torno a la 𝗱𝗶𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗮𝗹𝗴𝗼 “𝗱𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼” 𝘆 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗮𝗹𝗴𝗼 “𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼”, basado en Mateo 26:29:
“ɴᴏ ʙᴇʙᴇʀᴇ́ ᴍᴀ́s ᴅᴇ ᴇsᴛᴇ ғʀᴜᴛᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴠɪᴅ ʜᴀsᴛᴀ ǫᴜᴇ ʟᴏ ʙᴇʙᴀ ɴᴜᴇᴠᴏ ᴇɴ ᴇʟ ʀᴇɪɴᴏ ᴅᴇ ᴍɪ ᴘᴀᴅʀᴇ”.

Jesús no dijo “de nuevo”, porque lo repetitivo cansa. Dios no es un Dios de repetición; Él es el Dios de lo nuevo.

🔍 “𝐃𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨” 𝐯𝐬‧ “𝐍𝐮𝐞𝐯𝐨”

• De nuevo: rutina, cansancio, fastidio.
• Nuevo: vida, dirección, propósito, espíritu.
  ⚠️ 𝐄𝐥 𝐩𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐫𝐮𝐭𝐢𝐧𝐚
  Cuando todo se convierte en repetición —ir a la iglesia, servir, participar en propósitos— la obra pierde sentido.

Esto ya había ocurrido con los sacerdotes en Malaquías, quienes dijeron:
“¡ᴀʏ, ǫᴜᴇ́ ғᴀsᴛɪᴅɪᴏ!” (Malaquías 1:13).

Hoy pasa lo mismo:
“De nuevo reunión…”
“De nuevo tengo que ponerme el uniforme…”
Actitudes así revelan desgaste y enfriamiento espiritual.

📉 𝐒𝐢́𝐧𝐭𝐨𝐦𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 “𝐝𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨”

• Las responsabilidades se ven como carga.
• Falta de testimonios nuevos.
• Alivio al dejar compromisos espirituales.
  

🙌𝐌𝐢𝐬𝐞𝐫𝐢𝐜𝐨𝐫𝐝𝐢𝐚𝐬 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚𝐬
“ʟᴀs ᴍɪsᴇʀɪᴄᴏʀᴅɪᴀs ᴅᴇʟ sᴇɴ̃ᴏʀ ᴊᴀᴍᴀ́s ᴛᴇʀᴍɪɴᴀɴ… sᴏɴ ɴᴜᴇᴠᴀs ᴄᴀᴅᴀ ᴍᴀɴ̃ᴀɴᴀ.”
(Lamentaciones 3:22-23)

Él no dice: “De nuevo tengo que perdonar a esta persona”. Al contrario, Su compasión se renueva cada mañana.

Por eso Él promete:
“ʟᴇs ᴅᴀʀᴇ́ ᴜɴ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ɴᴜᴇᴠᴏ ʏ ᴜɴ ᴇsᴘɪ́ʀɪᴛᴜ ɴᴜᴇᴠᴏ.”
(Ezequiel 36:26)

Sin un corazón y espíritu renovado, todo se vuelve “otra vez”, “de nuevo”…
Cada día, cada servicio y cada sacrificio deben vivirse como algo nuevo.

🌟𝐃𝐢𝐨𝐬 𝐡𝐚𝐜𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚𝐬 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 (𝐀𝐩𝐨𝐜𝐚𝐥𝐢𝐩𝐬𝐢𝐬 𝟐𝟏:𝟓)

Él no repite patrones ni recicla. Él crea. Él renueva.
Sin embargo, 𝐞𝐬 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐬𝐨𝐥𝐭𝐚𝐫 𝐥𝐨 𝐯𝐢𝐞𝐣𝐨: errores, heridas y decepciones que nos impide avanzar y 𝐯𝐞𝐫 𝐥𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐄́𝐥 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐧𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬‧

Dios quiere renovar tu vida, tu familia, tu ministerio y tu corazón.

𝙃𝙤𝙮 𝙚𝙨 𝙡𝙖 𝙤𝙥𝙤𝙧𝙩𝙪𝙣𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙙𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙧 𝙖𝙩𝙧𝙖́𝙨 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙜𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙮 𝙖𝙗𝙧𝙖𝙯𝙖𝙧 𝙡𝙤 𝙣𝙪𝙚𝙫𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙀́𝙡 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙥𝙧𝙚𝙥𝙖𝙧𝙖𝙙𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙩𝙞.

𝗘𝗹 𝗺𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝘀𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱
Nuestra mayor responsabilidad no es simplemente cumplir una tarea o mantener una rutina, sino ganar almas para Dios.

Esa es la razón más alta y santa de nuestro servicio. Todo lo que hacemos —orar, evangelizar, atender, cuidar— tiene un mismo objetivo: salvar a los perdidos.

El apóstol Pablo lo expresó con profunda convicción:
“¡ᴀʏ ᴅᴇ ᴍɪ́ sɪ ɴᴏ ᴀɴᴜɴᴄɪᴀʀᴇ ᴇʟ ᴇᴠᴀɴɢᴇʟɪᴏ!” (1 Corintios 9:16)

Servir con un espíritu nuevo es mantener encendido el fuego del llamado, entendiendo que cada alma rescatada es una vida que regresa al Reino de Dios.