“Nada Que Perder 2” llega a los ucranianos condenados a cadena perpetua

Después de la exhibición, los reclusos decidieron entregarle sus vidas a Jesús por medio del bautismo

La película Nada que perder 2, que muestra la trayectoria de fe del obispo Edir Macedo, llegó a los reclusos de la Cadena Perpetua de Ucrania. Los voluntarios de la Universal recorrieron nueve horas en carretera para que el largometraje fuera exhibido para 40 personas, el pasado 14 de noviembre.

En 2018, los presos ya habían conocido la primera parte de la historia del obispo Edir Macedo, en la primera película Nada que perder. Ellos estaban ansiosos por ver la segunda parte de la historia de la Iglesia y del obispo Macedo. Cuando llegamos al lugar en donde la película fue exhibida, todos ya estaban sentados en las sillas y listos para verla”, dijo el pastor Tiago Casagrande, responsable del trabajo de la Universal en Ucrania.

Esperanza

De acuerdo con él, son personas olvidadas y consideradas la escoria de la sociedad ucraniana. No obstante, aunque son olvidados por la población, la película es capaz de mostrar que es posible vencer las situaciones más difíciles.

“Ellos pudieron ver cómo es la acción de Dios en la vida de una persona que no tiene nada que perder, si se entrega y hace una alianza con Dios. Asimismo, ellos incluso vieron lo que Dios es capaz de hacer en sus vidas”, señaló el pastor.

Además de conocer la historia del obispo Edir Macedo, para algunos fue la oportunidad de encontrar la Salvación. “Ellos vieron que siempre habrá juicios, pero cuando a la persona le importa la manera como Dios la ve, entonces, ella se libera de la prisión, de las acusaciones y se vuelve más ligera para superar los obstáculos. Gracias a Dios, al final de la exhibición, dos prisioneros decidieron bautizarse”, dijo el pastor.

Por lo demás, el pastor afirma que la intención es llegar a otras prisiones del país. “Vemos esta película como una fuente de inspiración y fuerza para que ellos puedan superar sus traumas. Por eso, pronto, la exhibiremos en la prisión femenina y en la prisión de menores infractores”, concluyó el pastor.