«Mis quistes eran malignos y no dejaban de crecer» 

«En un inicio, tuve molestias comunes en el vientre que fueron incrementando. Cuando me quejaba, mi mamá me decía que podrían ser por los cambios hormonales de una joven. No obstante, supimos que no era normal cuando el dolor se intensificó, ya no podía hacer mi vida tranquila, me doblaba del dolor y necesitaba esperar a que el malestar cediera para continuar caminando. En una ocasión tuve una hemorragia y me llevaron al médico, ahí me recomendaron realizarme análisis clínicos. 

El especialista analizó mi caso y nos explicó que se trataba de 2 quistes malignos, los cuales estaban creciendo cada vez más, por lo que requería una cirugía. Pero no teníamos la solvencia para que me la realizaran. Pasó el tiempo y, en una nueva revisión, los quistes ya habían crecido, dijeron que podría tener problemas si quería embarazarme, era un riesgo. En ese momento mi mamá ya comenzaba a acudir a la Universal, entonces tomé la determinación de ir. En las reuniones veía que las personas eran sanadas por la fe y yo quería eso en mí, por lo que fui constante en lo que me indicaban; con el tiempo me di cuenta de que los dolores habían desaparecido. Cuando me hicieron nuevos análisis, ya no tenía nada. Actualmente no tengo ese problema, la prueba está en que tuve 2 embarazos y me checaron nuevamente; no había indicio de los quistes malignos. Solamente el poder del Dios verdadero puede hacer estas maravillas.» -Alejandra Trejo 

Reunión de Sanidad

Si esta es tu situación o la de algún ser querido, te invitamos a participar en la Reunión de Sanidad. El encuentro tiene como objetivo enseñar a las personas a usar su fe para cambiar su situación de salud. Te esperamos todos los martes en la Universal más cercana.

Te puede interesar: Vida a Colores: un encuentro para combatir la depresión (*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.