Mi Familia al Pie de la Cruz: un encuentro sin precedentes

Miles de personas se unieron al clamor realizado en favor de sus seres queridos
Este 18 de abril, Viernes Santo, el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México se convirtió en el punto de encuentro para chicos y grandes; el objetivo fue recibir la presencia de Dios e interceder por la salvación de las familias.
Lo que sucedió
Autobuses procedentes de distintas partes de la zona metropolitana, y de algunos estados de la República Mexicana, arribaron desde temprano y se concentraron en las inmediaciones del recinto. Tras descender de las unidades, el público esperó en largas filas la apertura de puertas para ingresar y participar en la primera reunión, que inició a las 11 a. m.
Al comienzo, el obispo Franklin les dio la bienvenida a todos; después hizo una oración de fe, pidiéndole a Dios la sanidad física y espiritual de cada uno de los asistentes; al finalizar la oración, varias personas contaron su experiencia tras recibir la liberación de sus dolencias.
Más adelante, el obispo habló de uno de los temas centrales: la familia. Explicó que la cruz tiene un significado; el palo vertical representa la comunión de la persona con el Altísimo, mientras que el palo horizontal representa la relación familiar y todo lo que complementa su bienestar.
No obstante, si el asta vertical no está firme, ¿cómo podrá sostener la otra?
En ese momento, el obispo invitó a todos a buscar en oración la restauración del asta vertical (su comunión con Dios), pues solo de esa manera es posible alcanzar la felicidad en todos los sentidos. Además, una familia contó cómo después de tener un hogar lleno de violencia, al buscar al Señor Jesús con sinceridad alcanzaron la transformación familiar.
Durante el segundo encuentro, que comenzó a las 2 p. m., el obispo Franklin también realizó una oración por la salud de las personas y hubo varios testimonios de personas que recibieron la sanidad por la fe.
En el momento de la prédica, el obispo Franklin mencionó que la cruz fue un parteaguas para la humanidad, pues Jesús no fue una víctima de los romanos ni de los sacerdotes, sino que su sacrificio en la cruz era necesario para romper el muro del pecado que Lo separaba del hombre: “El hombre tenía que sacrificar animales para limpiar sus pecados, pero seguía pecando, su corazón no cambiaba. Jesús rompió ese muro”.
Asimismo, el obispo explicó que solo es posible tener paz cuando la persona comienza a andar con Dios, pues no solo hay paz interior, también la hay en su hogar.
Clamor al Pie de la Cruz
Al pie de la cruz colocada al centro del Palacio de los Deportes fueron puestas todas las peticiones, nombres y fotografías de las familias, por los que obispos y pastores se pusieron de rodillas; todo el público presente en el recinto alzó la voz y concordó con la oración de fe para interceder por la restauración de los hogares. El obispo también determinó que las personas saldrían del evento «embarazadas» del milagro, pues este va a suceder en el nombre del Señor Jesús.
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