«Me pidieron que desalojara mi casa»
«Después de tener una buena economía, perdimos todo, mi esposo y yo nos quedamos sin trabajo y ya no podíamos pagar ni los gastos para la comida. Por la preocupación comenzamos a tener discusiones fuertes, incluso enfermamos de gastritis. Creo que todo fue por la envidia que nos tenían, pues una vez encontré huevos en mi auto y aceite negro en la puerta de mi casa; aunque visitamos brujos, no nos ayudaron.
Teníamos las puertas cerradas para el trabajo, ni con recomendaciones nos contrataban; pero lo peor llegó cuando íbamos a perder la última casa que nos quedaba, nos dijeron que teníamos tres días para desalojar, ya no se podía hacer nada. Llevaba poco tiempo asistiendo a la Universal, así que, aunque la situación parecía imposible de solucionar, llevé los papeles ante Dios y le prometí seguirlo toda mi vida si salvaba mi casa.
A los tres días fui al juzgado y mi abogada me dijo: “no sé qué hiciste, pero salvaste tu casa, te van a dar las escrituras”. Eso ocurrió hace 21 años y no he salido de la Universal, aquí, a través de la Palabra conocemos las promesas de Dios y con los propósitos usamos nuestra fe, así las bendiciones llegan. Sin duda, el Señor es el mejor maestro que haya tenido.» – Paula Monterrubio
Casos Imposibles
¿Tienes una causa en la justicia sin solución? ¿Te han dicho que para tu situación no hay salida? ¿Los problemas que te rodean parecen imposibles de vencer?
Entonces, participa todos los sábados en la reunión del Ayuno de los Casos Imposibles. Te esperamos, especialmente a las 7:30 a. m., en el Templo de los Milagros, ubicado en Avenida Revolución núm. 253, col. Tacubaya, en la Ciudad de México. O en la Universal más cercana a tu domicilio.
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