«Me encerraba para jugar videojuegos, ya no podía parar»

«Desde que era pequeño tuve muchos problemas: veía sombras, tenía alucinaciones y durante las noches no dormía tranquilo. Al mismo tiempo, mi familia estaba desunida. Era un problema sentarse a comer, porque mi papá tomaba demasiado y solo estábamos discutiendo. Pero en ocasiones no había con qué alimentarnos porque él ya se había gastado el dinero en bebidas y mujeres. 

Viendo la situación en la que estábamos, mis parientes nos hicieron una invitación para asistir a la Universal y fue mi mamá quien comenzó a ir y me llevaba. Ahí aprendimos que, usando la fe, Dios podía hacer una transformación total. Sin embargo, como era adolescente, no quise tomar en cuenta lo que nos enseñaban en las reuniones y ponía excusas para no asistir. 

Entonces, seguí el ejemplo que había visto en mi papá: solo quería estar con mujeres. Además, empecé a volverme adicto a los videojuegos. Me encerraba en mi cuarto y, sin darme cuenta, ya no podía dejar de jugar. Así viví durante 10 años, hasta que ya no pude más y busqué a Dios; ya no quería hacer las cosas a mi manera.  

Fue muy difícil intentar dejar todo lo que no me hacía bien, pero pidiéndole fuerzas a Dios, lo conseguí. Aunque venían pruebas, Él me ayudó. Participando con perseverancia y fe, me liberé por completo y entendí la importancia de buscar al Espíritu Santo. Ahora que Él está en mi vida, ya no tengo tormentos y no estoy preso a nada. Por otro lado, mi familia fue reconstruida. Dios cambió muchas cosas en mí, tenerlo es vivir en alegría.» -Mario Isaac Espinoza 

Cura de los vicios

Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.

Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.

Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya.

En las sedes estatales, el horario es a las 3 p. m. Solicita más información en nuestra agenda de direcciones.