«Me bajaba la borrachera con cristal y cocaína»

«De ser una persona alegre, de repente empecé a sentir mucha tristeza; no tenía ganas de nada, solo me quería morir. Comencé a beber todos los días porque tenía un negocio de cervezas, con el tiempo empecé a consumir cristal y cocaína para bajarme la borrachera. No me sentía adicta al alcohol, pero las drogas sí se me hicieron un vicio.
En el fondo yo quería autodestruirme y sentía que así me estaba matando lentamente. Mi adicción solo duró un año, no obstante, las consumía todos los días. A pesar de eso, mi mamá nunca supo que tenía este problema porque siempre cumplí con mis obligaciones.
La primera vez que entré a una Universal me sentí muy bien y continué acudiendo; con el tiempo empecé a comprender en la Palabra de Dios lo que estaba bien y lo que estaba mal y al obedecer las escrituras dejé lo que me dañaba. Cambié de trabajo, y, aunque ganaba menos, me mantuve firme con Dios; poco a poco empecé a sentir asco de la droga y hasta me daba miedo consumirla.
Lo mejor de todo fue recibir el Espíritu Santo, me dio paz y me ha ayudado a superar todas las dificultades, antes de cualquier cosa primero lo consulto con Él. Además, me sanó de las enfermedades y me ha ayudado en mi economía y con mi familia. Con Dios no me falta nada.» -Camila Diaz
Cura de los vicios
Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.
Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.
Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O solicita más información en nuestra agenda de direcciones.
(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO
comentarios