Los riesgos de la obesidad

Desde que la pandemia del COVID-19 llegó a México, aumentó el número de casos y víctimas. Pero, otra enfermedad, también relacionada con el nuevo coronavirus, puede estar contribuyendo con el número de muertes.

Según informes del Intensive Care National Audit & Research Centre de Reino Unido, casi dos tercios de las personas que tienen complicaciones graves a causa de COVID-19 padecen obesidad.

Según expertos, el coronavirus podría ser más riesgoso en México que en otros países porque la población sufre de epidemias como diabetes, hipertensión y obesidad.

La obesidad en los adultos mexicanos ha alcanzado niveles muy altos. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es el segundo país con mayor número de pacientes que sufren esta condición crónica.

Para la endocrinóloga brasileña Siomara Tauil, los pacientes con obesidad generalmente usan medicamentos como antihipertensivos, que empeoran el pronóstico de COVID-19. «Además de eso, la obesidad es un factor de riesgo para una serie de enfermedades, incluso el COVID-19, que puede ser agravada por el aislamiento social, en caso de que no se tenga cuidado con los hábitos alimenticios», señala.

De acuerdo con ella, es más que necesario hablar de obesidad. «También es una pandemia. Desde hace décadas está siendo descuidada, sin ninguna intervención de salud pública que reduzca su prevalencia. La obesidad se asocia a la comorbilidad de otras enfermedades, como hipertensión arterial, sobrecarga de la parte ósea y enfermedades asociadas al corazón», advierte.

La obesidad también es factor de riesgo para la diabetes, por ejemplo. «En los niños que ya tienen predisposición genética a la obesidad, el exceso de peso puede causar una situación de resistencia a la acción de la insulina y el organismo no logra usarla para controlar de forma adecuada los niveles de azúcar en la sangre», explica.

Para Siomara, los hábitos alimenticios familiares son preponderantes para este cuadro y es necesario cambiarlos. «Las dietas radicales pueden bajar la inmunidad, por lo tanto, el punto de equilibrio es que usted coma de todo, siempre y cuando sea en porciones pequeñas para que eso no traiga como consecuencia subir de peso. Los niños deben evitar consumir dulces diariamente. Así como los adultos, también necesitan hacer actividades físicas. Use junto con ellos aplicaciones de ejercicios físicos o incluso juegos disponibles de baile que hagan que se puedan mover dentro de casa»,

Siomara afirma que, aunque muchos especialistas relacionen el origen de la obesidad al factor genético, también se relaciona con el comportamiento. «Si usted tiene problemas con su peso, no le eche la culpa solo a ADN. Estudios científicos señalan que las personas portadoras de los llamados genes de la obesidad tienden a subir de peso si no se ejercitan o no duermen lo suficiente. Esto significa que incluso las personas genéticamente inclinadas a acumular kilos de más pueden modificar esa situación si comen correctamente y practican ejercicios», exhortó.