Los ricos son condenados por las riquezas
«Y los discípulos se asombraron de sus palabras. Pero Jesús respondiendo de nuevo, les dijo: Hijos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios.» Marcos 10:24-25
Extraído del blog del Obispo Macedo
Medita también en este mensaje: Dracma perdida
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