Los Misterios del Getsemaní: Cuando el alma pide y cuando el alma es pedida

El Jardín de Getsemaní es uno de los lugares más significativos de la Biblia. Además, es un sitio de revelaciones y profecías cumplidas, donde Jesús enfrentó la mayor batalla. Por lo tanto, tendrás la oportunidad de comprender estos misterios este miércoles 19 de noviembre, en el Templo de los Milagros o en la Universal más cercana.

Lo que el Jardín de Getsemaní nos enseña

Dentro de la iglesia ocurren dos tipos de situaciones: cuando el alma pide y cuando el alma es pedida.

• El alma pide: el alma, centro de los sentimientos, tiene deseos, que pueden estar alineados con la voluntad de Dios o no. Como está escrito: «por cualquier cosa que tu alma te demandare» (Deuteronomio 14:26). En otras palabras, si la persona está llena del Espíritu Santo, pedirá lo que es bueno.
• El alma es pedida: tanto Dios como el diablo piden nuestra alma. Entonces, nos corresponde decidir a quién entregársela.

En el Jardín de Getsemaní, el Señor Jesús sintió tanta presión que pidió que la copa pasara. En este caso, estaba siendo pedido por el diablo. Además, el diablo tentó el alma del Hijo de Dios también en el desierto. Y después, usó la boca de Pedro para intentar desviarlo del Sacrificio, diciendo: «Ten compasión de Ti mismo».

Pero las respuestas del Señor Jesús eran del tipo (lee Mateo 16): «¡Apártate de mí, satanás!», «Niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame», «¿Qué dará el hombre a cambio de su alma?».

¿Qué hacer?

El alma tiende a ceder a lo que siente. Por ejemplo, el cansancio que sentimos está en el alma.

La única manera de vencer es vaciándose de sí mismo. Jesús venció con la oración más difícil: «No se haga Mi voluntad, sino la Tuya» (Lucas 22:42).

Vale reflexionar: si el alma del Hijo de Dios fue pedida, ¿la nuestra no lo será también? La respuesta está en esta advertencia del Señor Jesús: «Esta misma noche te reclaman el alma» (Lucas 12:20).

Así, el Jardín de Getsemaní es donde elegimos a quién le entregamos nuestra alma.

Lo que sucederá

Quien aún no ha definido el destino de su alma, hará una alianza para que sea salva y sellada con el Espíritu Santo.

Quien ya tiene el Espíritu Santo, hará su petición según la voluntad de Dios.

Te esperamos especialmente a las 7 p. m. en el Templo de los Milagros: Av. Revolución # 253, col. Tacubaya. O bien, en la Universal más cercana, para localizarla, haz clic aquí.