«Llegó drogado y me apuñaló cerca del corazón»
«Desde chica fue muy tormentoso sentir el desprecio en mi casa, mi mamá tenía depresión y se desquitaba conmigo; y en la escuela me insultaban por mi físico y por mi economía. Odiaba a mis padres y a mí misma, pensaba: “¿para qué existo?”. Más tarde, comencé a tomar y fumaba una cajetilla diaria, eran mi único escapé; incluso me relacionaba con hombres y mujeres. Cuando empecé con la mariguana me dieron de baja en todo el sistema escolar del estado.
Al irme a vivir con unos amigos comencé a consumir el cristal y también probé la cocaína; llegué a mezclar varias drogas, por eso en una ocasión sufrí una sobredosis y me quedé tirada en la calle; nadie me ayudó. Mi situación fue empeorando, terminé involucrándome con diferentes parejas para tener dónde dormir, pero sufrí violencia física y emocional; varias veces pensé en quitarme la vida.
Asistí durante un tiempo a la Universal, pero no le entregué mi vida a Dios y volví a caer en los vicios. Mientras vivía con chico, un día llegó drogado y me apuñalo cerca del corazón. En ese momento recordé todas las oportunidades que Dios me había dado; Le pedí perdón y Le entregué mi vida. En el hospital dijeron que era un milagro que estuviera viva.
Al ver que Dios me había escuchado, dejé mis malas amistades y les pedí perdón a mis padres. Comencé a ir nuevamente a la Universal pues quería estar bien desde mi interior, incluso cambié mi forma de vestir y de hablar. Le entregué por completo mi vida a Dios y Él lleno mi alma con Su Espíritu. Solo con Él pude vencer los vicios, la inseguridad y la depresión, porque, cuando decidí buscarlo con sinceridad y obedecer Su Palabra, Él se volvió mi fuente de vida. Ahora soy feliz y tengo paz, aun en los peores momentos, no siento odio por nadie y también me amo a mí misma.
Mi vida es de Dios y ahora le sirvo ayudando a los jóvenes que sufren lo mismo que yo pasé, les digo que no importa todo lo que sufrieron o lo que hicieron, porque Dios puede borrar su pasado y hacer de ellos una nueva persona, Dios sana el interior y puede cambiarlo todo.» -Janeth López
Cura de los vicios
Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.
Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.
Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O solicita más información en nuestra agenda de direcciones.
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