Llegan a cada rincón del país para cambiar la historia de quienes sufren
Sin escatimar esfuerzos, la Universal visita poblados distantes
No importa la zona, si es campo o ciudad, un lugar poco conocido o grandes metrópolis; para la Universal la encomienda de predicar el Evangelio que salva y hace posible lo imposible es una misión hermosa que no se cuestiona, simplemente se obedece. ¿La recompensa? Vidas transformadas incluso en lugares recónditos. Porque Dios siempre ve y se preocupa por todas las almas, estén donde estén.
“Desde que el Espíritu Santo me dio la inspiración de abrir la primera Universal, mi intención no ha sido otra más que despertar la fe de enfermos, menospreciados, adictos, endeudados, de quienes no tienen un hogar, familias conflictivas, personas que, para la sociedad, son casos perdidos. Son a ellos a quienes Dios busca para que, al manifestar su fe, sucedan cosas extraordinarias”, refirió el obispo Macedo.
En un mundo tan grande, llegar a todos es una ardua misión. Pero Dios siempre ha encontrado y encontrará tanto los medios como a quienes quieran unirse a este objetivo: salvar y transformar vidas. En México, es atendiendo a ese llamado que ha sido posible llevar las buenas noticias a lugares de difícil acceso… Donde hay almas están los ojos de Dios, y donde Él fija su mirada, si la fe nace, milagros extraordinarios ocurren.
Si tú vives en una provincia, sin importar lo alejada que esta esté, infórmate. Quizá un núcleo de oración de la Universal esté más cerca de ti de lo que imaginas. Escríbenos al 5559520593 para recibir informes. Invoca a Dios, abraza la fe en Él conforme lo enseña la Biblia. Tu lugar de origen puede haber sido olvidado por todos, menos por el Señor Jesús. Un milagro está a tu espera.
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