«Le abrí las puertas al mal y obtuve tormento espiritual»
«Me dijeron que tenía un don para dedicarme a la brujería, así que tomé una sesión para “aprender” sobre estas prácticas; sin embargo, al hacerlo le abrí las puertas al mal y fui atormentada espiritualmente: veía bultos, sentí que me perseguían, tenía miedo e insomnio… Además, entré en un cuadro depresivo tan severo que hasta me nació la idea de suicidarme.
No obstante, al llegar a la Universal, me dijeron que el Espíritu Santo podía liberarme de esto y darme Su protección. Decidí buscarlo, dedicar el tiempo para estar en oración, ayuno y pedir Su ayuda. Entonces, esa fe y perseverancia hicieron que Él atendiera mi súplica y me liberó del tormento, la depresión, de todo lo que me robaba la paz. Actualmente, duermo bien, estoy feliz, tengo paz, pero todo es gracias a que busqué al Espíritu de Dios.» -Beatriz Ramírez
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