Las empresas buscan trabajadores excelentes

Una buena actitud y ética laboral son necesarios si quieres destacar como empleado. Estas son cualidades que hoy en día las empresas buscan en sus trabajadores, pues este tipo de profesionistas harán que la compañía o empresa tengan el crecimiento anhelado.

Y es que, así como un mal empleado impacta a un equipo, los que saben hacer su trabajo también influyen en sus compañeros. Si tu meta es destacar, entonces debes empezar a desarrollar estas aptitudes en ti.

Hay trabajadores que solo Dios tiene misericordia de ellos, están ahí solo para cumplir una tarea; pero también están los que ponen toda su fuerza en lo que hacen y todo lo que realizan, lo llevan a cabo con calidad y excelencia.

Por esta razón, este tipo de trabajadores deben ser honrados, pues el propio Dios estipula en Su Palabra: “… el que trabaja tiene derecho a su salario” (1 Timoteo 5:18). Si eres un trabajador con excelencia, tarde o temprano, el Señor te bendecirá y debes mantener esa fe y esa actitud.

¿Quieres saber cómo ser un trabajador de excelencia? Entonces no pierdas la oportunidad de participar en la Nación de los Vencedores, una reunión donde aprenderás a sacar lo mejor de ti para crecer profesional y económicamente.

Te esperamos en el Santuario de la Fe ubicado en Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya en cualquiera de los seis horarios. O bien, pregunta en el Centro de Ayuda más cercano a tu hogar.

«Trabajaba mucho y ganaba poco»

«El dinero se me iba como agua y no sabía ni en qué lo gastaba»

“Mi empleo me absorbía demasiado tiempo; tenía horario de entrada, pero no horario de salida. Esta carga laboral hacia que descuidara otros aspectos de mi vida, entre ellos mi faceta como mamá, ya que mi hija me pedía más atención y no se la podía dar. También descuidé a mi esposo.

Además de esta problemática, económicamente me estanqué, no había un avance. El dinero se me iba como agua y no sabía ni en qué lo gastaba. No entendía el por qué me iba tan mal, ya que me consideraba buena empleada y ponía empeño en no perder mi trabajo.

Me hablaron de las reuniones de la Nación de los Vencedores, como yo quería un progreso financiero, acudí. Aquí entendí que no es voluntad de Dios que vivamos bajo estas circunstancias, entonces me indigné por mi situación y usé la fe haciendo un pacto con la Palabra de Dios. A partir de ese momento, todo dio un giro de 180 grados.

En primera instancia, mi visión se amplió, en mí nació el deseo de dejar de ser empleada y buscar la manera de emprender mi propio negocio. Abrí mi estética que, además de darme buenas ganancias, me permite establecer mis horarios. De esta manera, no descuido a mis hijas ni a mi esposo, mi familia está contenta.

Dios me ha dado lo que no pensé tener y mi esfuerzo ya no es echado en saco roto, todo lo que hago es para glorificar la Palabra con la que hice un pacto, la Palabra que ha honrado mi fe”, Katherine.

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