Las características de quien es egoísta en la fe

Muchos van a la iglesia para aprender sobre la Palabra, vencer un problema amoroso y conquistar el éxito en la vida financiera, pero ¿acaso eso es suficiente para Dios?

Ajetreo. Esa palabra define bien la vida de muchas personas hoy en día. Sin tiempo, ellas viven en contra de las manecillas del reloj para lograr cumplir sus tareas y, en esta locura, dejan varios compromisos atrás, entre estos, evangelizar.

Para muchos, ir a la Iglesia para escuchar la Palabra es suficiente. Cuando el pastor hace la invitación para formar parte de algún grupo, estas personas cierran los oídos. Si no sobra tiempo durante el día, ¿cómo, entonces, aceptar un compromiso más?

Quien es de Dios…

Según el obispo Edir Macedo, Dios clasifica a las personas que se empeñan en llevar la Palabra a los sufridos como verdaderas sabias. “Ellas renuncian a su propia vida por la vida de otras personas que no forman parte de su lazo familiar y ni siquiera las conocen.

Obreros(as), evangelistas, jóvenes, miembros y todos nosotros, pastores y esposas, seamos todos sabios: vamos a ganar almas, vamos a invadir el infierno para despoblarlo y, así, poblar el cielo. Usted puede hacerlo ahí, en su colonia, en su ciudad, en su Estado, en su trabajo, en la escuela, en el autobús, en el metro”, dijo el obispo.

El Señor Jesús fue claro al decir: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:15-16).

Esto sin decir que Él resumió todos los diez mandamientos en solo dos: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10:17).

Por lo tanto, el obispo Macedo alerta: “compartir, distribuir, donar, entregar, sacrificar y proteger no son verbos que el egoísta conjuga. Sobre esas personas, el Espíritu de Dios dijo: ‘También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios’” (2 Timoteo 3:1-4).

Cuando el tema es la conquista personal, usted está en todos los propósitos, pero cuando es evangelizar, ayudar al otro, ¿usted tuerce la nariz y dice que no tiene tiempo? Reconsidere, entonces, su vida con Dios.

¿Acaso usted se convirtió de verdad? ¿Qué es lo que el Señor Jesús espera que usted haga por Él después de revelarse ante usted? Siempre recuerde que la persona que es de la fe tiene sed de ganar almas sea donde sea.