La verdadera razón del sufrimiento de la mujer

Si se hiciera una investigación con las mujeres sobre cuál es el mayor problema que ellas enfrentan, con seguridad, las respuestas serían diversas. Problemas en el matrimonio, conflictos con los hijos, enfermedades, deudas y desempleo, probablemente estarían en la lista sin olvidar el exceso de peso.

Sin embargo, estos problemas son inherentes a la vida humana, y todos nosotros ―hombres y mujeres― somos susceptibles a ellos.

No obstante, de acuerdo con la escritora y conferencista Cristiane Cardoso, hay algo que es mucho más nocivo y que ha hecho un verdadero desastre en la vida de muchas mujeres: la emoción.

«La mujer es muy emotiva. Ella tiene mucha tendencia a sentir, a guiarse por las emociones y eso dificulta mucho su vida. La Biblia dice que la mujer sabia edifica su casa, pero la necia la destruye con sus propias manos», destaca la escritora (lee Proverbios 14:1).

Cristiane afirma que la mujer necia es la mujer emotiva y usa su propio ejemplo ―de los problemas que enfrentó en su matrimonio― para mostrar que incluso una mujer de Dios, bautizada con el Espíritu Santo, puede destruir su relación si actúa y toma decisiones basadas en las emociones, como casi sucedió con ella. Para saber más sobre la historia de la pareja, lea el libro Matrimonio Blindado: Su matrimonio a prueba de divorcio.

Bien, ya quedó claro que la mujer necia es emotiva. Pero ¿y la mujer sabia?, ¿qué tiene de especial? No se trata de inteligencia humana o conocimiento, no tiene nada que ver con tener o no formación intelectual. Nada de eso.

«La verdadera sabiduría de la mujer está en que ella sea espiritual. Cuando es espiritual, no se deja llevar por las emociones. Cuando usted se hace la víctima, siente pena de sí misma, cuando quiere la comprensión de las personas, está actuando de forma opuesta a la mujer sabia», aclara la conferencista.

Esta es la verdadera razón del sufrimiento de la mujer. Al dejarse llevar por los sentimientos, no logra usar la fe. Aunque ella vaya a la iglesia y salga de ahí fortalecida, al llegar a su casa, al trabajo, cuando enfrenta los problemas, no logra poner en práctica lo que escuchó.

Si busca ser una mujer espiritual, tendrá la dirección de Dios en todo, para ser una buena esposa, una buena madre, una buena amiga. Pero esa sabiduría Dios solo se le otorga a quien está oyendo Su voz. Es necesario tener oídos espirituales para escucharlo y eso solo es posible si estamos en Espíritu. Cuando las emociones están bajo control, todas nuestras decisiones se basan en lo que vemos, sentimos o tocamos, entonces, de esa manera, los oídos espirituales se cierran y Dios no puede hablar con nosotras.

Los problemas siempre existirán. Se va uno y aparecen otros. La diferencia es que, si estás en Espíritu, estos no te derribarán.

«La mujer sabia edifica su casa porque ella es espiritual, no es porque ella sea inteligente. Si usted entiende esto, nunca más sufrirá», destaca Cristiane Cardoso.