La última piedra ha visitado diversos anexos de la Ciudad de México

Como hemos hablado en publicaciones anteriores, la lucha en contra de los vicios que se realiza en nuestra sede nacional ubicada en Tacubaya, ha recibido a miles de personas que desean darle fin, por medio de la fe, a los distintos problemas de adicción que han tenido durante años y que, a su vez, no solo han acabado con su salud, sino con otras áreas cruciales de la vida, como la familia.

No obstante, el trabajo no se limita a las reuniones realizadas los domingos a las 3 p. m., puesto que el especialista que las lleva a cabo, así como el grupo de voluntarios que lo apoyan, quienes han superado las adicciones y ahora se dedican a ayudar a los que pasan por las misma situación, continuamente visitan diversos anexos de la Ciudad de México.

En cada visita, el especialista da un mensaje basado en la Palabra de Dios, pues quien la escucha con fe y la pone en práctica, puede disfrutar de una vida plena. Asimismo, como cortesía, la Universal les obsequia una Biblia y libros con contenido espiritual y donde vienen plasmadas historias de personas que han logrado dejar atrás la vida de excesos.

Cabe decir que, gracias a la perseverancia de La última piedra junto con el apoyo brindado por las autoridades responsables de los recintos, muchos han cambiado su manera de comportarse e, incluso, una vez que salen del anexo, por su cuenta, se acercan a una Universal para agradecerle a Dios y seguir buscando Su ayuda.

“Me drogaba diario con gramo y medio de cocaína”

“Si algo me caracterizaba en el pasado era mi adicción al alcohol, a la cocaína y a la pornografía. Aunque fueron ocho años los que viví así, los últimos dos fueron peor, ya que todos los días consumía un gramo y medio de cocaína. No solo perdí vehículos y los ahorros que durante 10 años junté para mis hijas, sino también mi paz y mi fe.

Cuando vi llorar a mis papás por el estado en el que me encontraba, decidí hacer un propósito con Dios, pues aunque tenía poco tiempo de ir a la Universal, estaba consciente de lo mucho que me dañaba ‘Si eres real, sácame del vicio’, le supliqué al Señor y el resultado es que ahora estoy aquí limpio, curado y contando mi historia, tras un proceso.

El Tratamiento en contra de los vicios y la perseverancia me ayudaron a recuperar mi fe, lo que me ayudó a abandonar ese mundo. Toda la honra y la gloria es para Él por todo lo bueno que ha hecho conmigo”, Carlos Piña.

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Domingo 3 pm Av. Revolución 253, Colonia Tacubaya