La separación de Lot y Abraham

Ante esta meditación que habla de la separación de Lot y Abraham, queda bien clara la diferencia entre el carnal y el espiritual.

Lot estuvo al lado de Abraham hasta que tuvo la opción de desvincularse. Levantó la mirada y vio el campo, que realmente debía ser muy hermoso como para haber sido comparado con el jardín del Señor. Porque ahí fue cuando quitó sus ojos de Abraham, miró la facilidad. Solo vio lo que ganaría si se iba al prado, sin embargo, ¡no prestó atención a lo que perdería!

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No vio que andaba al lado de la bendición, del que estaba recibiendo la dirección de Dios. Prefirió ir a una tierra que solo juzgó por la tapa y no veía la podredumbre de pecado en ese lugar. Y las consecuencias de la elección que tomó se basaron únicamente en lo que vio.

A diferencia de Rut, cuando tuvo la opción de separarse de Noemí, no lo hizo. Porque miró lo que perdería espiritualmente si se mantenía alejada de su suegra, quien le presentó al Dios de Abraham. Y por la elección espiritual tuvo como consecuencia ser parte de la genealogía del Señor Jesús.

Mirando a Abraham y Noemí como representantes del altar, pienso: si elijo separarme del altar, ¿cuánto tengo que perder? Nada de lo que pueda ganar se puede comparar con lo que representa el altar en mi vida.

Por Cristiane Cardoso

*Columna de la Universal de Brasil