La prolongación de tus días
«… amando al Señor tu Dios, escuchando Su voz y allegándote a Él; porque eso es tu vida y la largura de tus días, para que habites en la tierra que el Señor juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.» (Deuteronomio 30:20).
Cuando una persona se acerca a Dios y aprende a oír Su Voz, ella encuentra vida, longevidad y prosperidad, conforme a Sus promesas, que son fieles y verdaderas.
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