La perfecta separación
Partir el alma y el espíritu es hacer una perfecta separación entre la emoción y la razón .
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu” (Hebreos 4:12).
La Palabra de Dios es capaz de partir el alma y el espíritu. Partir el alma y el espíritu es hacer una perfecta separación entre la emoción y la razón. Es necesario separar la emoción y la razón para aprender a vivir por la fe inteligente. Usar la razón, sin emoción, es imprescindible para obedecer a la Palabra de Dios. Pero para que la Palabra sea capaz de penetrar hasta partir el alma y el espíritu, es necesario estar en espíritu y meditar en esa Palabra.
Así, penetra en lo más profundo de nuestro interior y nos da condiciones de vencer cualquier guerra: “¡Oh, cuánto amo yo Tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
Me has hecho más sabio que mis enemigos con Tus mandamientos, porque siempre están conmigo” (Salmos 119:97-98). La sabiduría del salmista no venía de sus recursos humanos, sino de la meditación en la Palabra de Dios.
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Meditar en la Palabra todos los días, no buscando la sabiduría de teólogos y doctores de la Ley, sino buscando la sabiduría del Espíritu de la Palabra. El Espíritu que hace que la Palabra sea viva. El Espíritu que trae vida a través de la Palabra, no solo conocimiento. Así, usted logrará alimentar su mente y dominar sus emociones para mantener su fe firme y activa.
Medite diariamente en la Palabra de Dios para una fe operante.
Fuente: Libro “El Pan nuestro para 365 días”, del obispo Edir Macedo
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