La mejor ENTREGA que existe

Dios no solo quiere suplir tus necesidades físicas, sino, sobre todo, la espiritual
En una ocasión, el Señor Jesús les dijo a Sus discípulos:
«Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?» (Lucas 12:22-24).
De acuerdo con el obispo Renato Cardoso, con estas palabras, el Señor Jesús quiso mostrarles a Sus discípulos cuán importante era la vida de ellos para Dios. Y si Dios se preocupaba en atender las necesidades de las aves del cielo, ¡qué se puede decir de la de ellos!
El obispo citó el ejemplo del profeta Elías, que fue alimentado por los cuervos durante el periodo de sequía en el que estuvo refugiado en el desierto. Diariamente, Dios hacía que los cuervos le llevaran alimento.
«¿Ve el cuidado de nuestro Dios? Él usó un ave de rapiña, que es carnívora, que no tiene la naturaleza de dar, de ayudar, ¡que no cuida ni a sus crías! Pero, Dios cambió la naturaleza de aquella ave para alimentar a Elías», enfatiza el obispo Renato.
Fe para tiempos difíciles
Él destacó que Dios hizo eso porque Elías confiaba en Él y mantenía la fe en la Palabra. Es fácil creer en Dios en días de paz y prosperidad, no obstante, la fe nos fue otorgada para días difíciles, para que creamos en lo imposible.
«Dios hace las cosas suceder, cuando no deberían suceder, para sustentar a los que le son fieles», señala el obispo.
«¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?» (Lucas 12:25-28).
La ansiedad es como un ladrón
Para el obispo Renato, la ansiedad, además de no resolver el problema, lo empeora. Ella es como un ladrón. Pues se roba la energía que deberías usar para pensar, razonar, formular una solución. Cuando estás en paz, puedes pensar en una salida, pero cuando estás ansioso, no logras pensar.
«Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el Reino.» (Lucas 12:29-32).
Por lo tanto, no importa si tu fe es pequeña. Mientras no dudes, Él suplirá tus necesidades.
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