La matemática de Dios
El Dios Padre probó Su interés en salvarlo a usted cuando ofrendó 100 % de Su Hijo en el Calvario;
El Dios Hijo resucitó, subió a los cielos, Se sentó en el Trono de la Gloria y de allí envió el 100 % de Su Espíritu para guiarlo a usted todos los días de su vida terrenal. Esto, conforme a Su Palabra: Dios no da el Espíritu por medida. Juan 3:34
Por lo tanto, o usted Lo tiene el 100 % o no Lo tiene.
¿Cómo el Dios Padre, el Dios Hijo y el Dios Espíritu Santo Se sujetaría a aceptar una parte de usted, aunque esa parte fuese el 99,999… %?
¿Sería eso justo? ¿Razonable? ¿Inteligente?
Imagínese darle el 100 % de sí a alguien que ama y recibir a cambio el 99 %. ¿Eso sería suficiente? ¿Usted lo aceptaría?
Imagínese llenar a su esposa de regalos caros y, a causa de eso, traicionarla. ¿Ella lo aceptaría?
Y si fuese a la inversa ¿Usted lo aceptaría?
¡Pues bien!
Los tontos piensan que eso es posible con relación al Señor Espíritu Santo. Insisten en creer que, por mayor que sea la entrega de la vida en el Altar, aunque no sea el 100 %, ya es suficiente para alcanzar la Plenitud del Espíritu de Dios.
No se engañen, mis queridos. Con Dios no se juega ni se negocia.
O se muere para la vida libertina y se rinde por completo al Señor Jesucristo, o es lo mismo que nada.
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