La forma como usted reacciona ante las situaciones, habla mucho de usted

Vea si no está perdiendo el contacto con Dios al actuar de forma equivocada delante de los problemas

Él dice ser cristiano. Se va a las reuniones de la iglesia y es educado con todos. Ante los ojos ajenos, es el marido modelo. Siempre simpático con quien le pide algo, él es un buen sujeto y servicial con los compañeros del trabajo. Muchos dirán que se trata de un tipo genial. Otros, que es un buen amigo para los momentos difíciles. Pero ¿él es así en todas las situaciones? ¿Qué sucede cuando ese hombre pasa por una adversidad? ¿Y si su conducta es probada en el día a día, con los acontecimientos naturales que la vida presenta? ¿Cuál será su reacción?

Es bueno saber que, por más que tenga la vida centrada en la Palabra de Dios y en sus caminos, las pruebas van a suceder. La vida no es un juego. Es en esas horas que se ve quién es ese hombre en realidad. Si ocurre algún accidente de tránsito, por ejemplo, como un choque ligero de su coche con el de otro conductor, ¿cómo lo maneja? ¿Ya sale insultando al otro conductor, se pelea y hace amenazas de muerte, o mantiene la calma y procura conversar para entender lo que realmente sucedió?

En otra situación, ese mismo hombre necesita hacer la compra de un equipo importante para su empresa con su tarjeta de crédito y, cuando se va a la caja para finalizar la compra, recibe la noticia de que la tarjeta está bloqueada. ¿Acaso ese hombre va a llenarse de ira y gritar a los cuatro vientos que los incompetentes que están haciendo eso con él serán despedidos? ¿O respirará hondo, llamará a la operadora de la tarjeta y verificará lo que está sucediendo de forma civilizada?

También hay casos en los que las adversidades piden acciones inmediatas más enérgicas, que no pueden esperar para mañana. En otros, es necesario tomar decisiones que van de acuerdo con nuestra madurez. Y eso es lo que se espera de un hombre. Si él ama a una mujer, pero se retrae, no conversa con ella para saber si el sentimiento es recíproco y deja ese sentimiento pasar, puede arrepentirse toda la vida, por ejemplo.

Si casos como ese aún no sucedieron con usted tenga la certeza de que situaciones similares se van a presentar en su vida. Pueden ser momentos en los que sus límites serán probados al máximo y van a exigir respuestas de usted. En esas ocasiones, la forma como usted lidia con lo que está sucediendo dice mucho de usted y demuestra quién es usted de verdad. Si se enfurece en diversos momentos, necesita tener autocontrol. Si no razona delante de un problema, necesita prepararse antes para pensar con calma en los momentos turbulentos. Su vacilación en el momento de una decisión inaplazable puede testificar contra usted y, por eso, esa actitud tiene que cambiar. Todo hombre tiene sus batallas: aquellas para las cuales se prepara y también otras que se presentan sin dar aviso. La vida no tiene un guion señalándole qué va a suceder. Lo que podemos hacer es guiarnos en base a la Palabra de Dios y ser fieles para cumplirla en todos los momentos. Cada vez que usted aparta su conducta de la Palabra, también se aparta de Dios. Recuerde y entienda: necesitamos de Su presencia en todos los aspectos de nuestra vida y en nuestras acciones para ser verdaderos hombre

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