La esposa espiritual

La esposa espiritual es un tipo de protección para su marido, así como el marido espiritual lo es para ella

«Mirad a Abraham, vuestro padre, y a Sara, que os dio a luz; cuando él era uno solo lo llamé, y lo bendije y lo multipliqué.» (Isaías 51:2)

Dios pudo haber hablado a través del profeta para mirar a Abraham, después de todo, él es el que fue llamado, pero también Él habla para mirar a Sara. Si buscamos referencias bíblicas sobre Sara, encontraremos muy pocas, a diferencia de Abraham. Lo que significa que esta mirada que Dios nos llama a tener es la mirada hacia la pareja. Dios quiere usar a la pareja, quiere que seamos la pareja que otras personas también mirarán. Es interesante que, en el versículo anterior, después de hablar para mirar a Abraham y Sara, Dios continúa diciendo que Abraham era uno solo cuando lo llamó, y lo bendijo y lo multiplicó. ¿No es esto también una referencia a que ambos eran uno, como Dios había planeado desde el principio?

La pareja que es una sola, es una en todo: objetivos, fe, espíritu e incluso tolerancia (uno tolera las deficiencias del otro). Muchas parejas han vivido vidas separadas, incluso dentro de la Iglesia, y esta distancia ha provocado varias brechas y la más común es que, normalmente, otras personas o cosas acaban ocupando más la atención, afectando principalmente a la complicidad de la pareja.

La esposa espiritual es un tipo de protección para su esposo, así como el esposo espiritual lo es para ella. Cuando él tiene un comportamiento o hace comentarios que señalan una alerta roja, porque ella siempre está a su lado y atenta, lo corrige sabiamente y, aunque él no lo acepte en el momento, después lo acepta (si es espiritual).

Pero, cuando uno no es espiritual, no aceptará esa corrección y ahí es donde el cónyuge espiritual necesita ser firme, fuerte y valiente para pedir ayuda por su matrimonio. Muchas esposas espirituales, incluso alertando a sus maridos del error que cometieron, no desempeñaron esta segunda parte de su papel, que es buscar ayuda. Lamentablemente, cuando el problema sale a la luz, ya es demasiado tarde para ayudar a la pareja.

Por Cristiane Cardoso