«La culpa me consumía, ya no tenía tranquilidad»

«Mi vida era normal, pero cuando estaba estudiando conocí a una persona con quien me involucré sentimentalmente. Aparentemente, él era muy amable con todos, pero cuando lo conocí más a fondo supe que estaba involucrado con drogas, alcohol y andaba con malas compañías. Aun así, salía con él, íbamos a fiestas, bebíamos y yo regresaba a casa hasta el día siguiente. De nuestra relación quedé embarazada, pero él me rechazó, dijo que no estaba preparado ni estaba en sus planes tener un hijo. 

No supe qué hacer y tomé la decisión de no tener al bebé. Pero pasaron 6 meses y comencé a caer en depresión, tenía sentimientos de culpa, desesperación, tristeza y eso repercutió en otras áreas de mi vida. No hallaba consuelo, también tenía pesadillas y solo quería llorar, incluso lloraba mientras estaba trabajando. Cuando llegué a la Universal, percibí que había esperanzas para mí. Aunque en un principio me costó deshacerme de la culpa, me refugié en Dios; no solamente le pedí ayuda, también decidí ser sincera con Él, como no lo había sido con nadie. 

Desde aquel día en que decidí tener el compromiso de seguir Su Palabra, todo fue diferente, la depresión desapareció, también los sentimientos de culpa. En lugar de tristeza, tengo dentro de mí el mayor tesoro, lo que le da color a mi vida: el Espíritu Santo.» -Fanny Jessica Ruiz  

Reunión del Espíritu Santo

Esta historia revela cuál es la clave para tener una vida diferente: tener un pacto, un compromiso con Dios de seguir Su Palabra de ahora en adelante. Ten la seguridad de que Él podrá hacer en tu vida lo inimaginable. Al tomar esta decisión con fe, tienes la garantía de que nada será como antes.

Te esperamos este domingo en la Reunión del Espíritu Santo, especialmente a las 10 a. m., en el Templo de los Milagros. Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O bien, en la Universal más cercana.

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