La crisis afectó a la comunidad afromexicana de Cuajinicuilapa

Cuajinicuilapa, Guerrero­.-  Buenos Aires y Cacalote son dos zonas que se ubican en la Costa Chica de Guerrero, limitando con el estado de Oaxaca.

La mayor parte de la población de Cuajinicuilapa es de la comunidad afromexicana y la pesca es una de las actividades principales. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), este municipio se encuentra entre las poblaciones con mayor rezago social y pobreza de Guerrero.

Si bien los habitantes luchan por salir adelante. La pandemia por la COVID-19 trajo consigo muchos obstáculos para los afromexicanos.

Los habitantes de Buenos Aires y Cacalote luchan día a día para poder comer y llevarle alimento a sus familias. Algunos tienen que hacer una larga espera pescando, para después preparar la comida hasta la noche. O si no, consumen hierbas, tortillas con salsa, entre otras cosas que encuentren para su sustento. «Hay pobreza, cuando no pescamos nada, pues a veces vamos al monte a buscar algo, armadillo, iguana», dijo Efraín uno  de los pescadores del lugar.

«Hay niños que van a la escuela y, a veces, van sin nada en el estómago. Eso es preocupante porque a veces aquí no hay fuentes de empleo, sino de lo que logran producir de su cosecha o lo que logran pescar», dijo Edgar Miguel Paz, Coordinador de Ayuda Social.

Situaciones de este tipo impulsan al grupo UniSocial a llegar a los lugares en donde hay mucha necesidad. Fue por eso que dedicó dos jornadas para visitar los lugares antes mencionados.

Durante la primera parte de la visita, en Buenos Aires, respetando las medidas sanitarias, se obsequiaron prendas de ropa y despensas completas, para que cada familia llevara alimentos a su mesa. Además, para la población infantil, se donaron kits para bebés y juguetes para los niños.

Como servicios adicionales, se hicieron tomas de presión para prevenir la hipertensión arterial (enfermedad que afecta a 31 millones de mexicanos, según señala Juan Pablo García Acosta, académico de la Facultad de Estudios Superiores de la UNAM) y cortes de cabello profesional.

Al terminar esta labor, los voluntarios se dirigieron a Cacalote, a 40 kilómetros de Buenos Aires.

Esta ayuda fue bien recibida por cada uno de los habitantes, que no solo se llevaron consigo un beneficio físico, sino también espiritual.

Abajo podrás ver el video completo de esta labor:

La misión no termina

Sin embargo, la visita a este municipio no ha terminado. Próximamente compartiremos más sobre la segunda fase de la ayuda. Esta vez, en las comunidades indígenas de Cuajinicuilapa.

Es posible llevar la ayuda gracias a las aportaciones de los donadores. Por eso, si deseas contribuir a esta labor social, puedes llevar alimentos no perecederos, prendas de ropa, productos de higiene personal y agua embotellada a la Universal más cercana a tu domicilio.

O bien, también puedes aportar visitando la sección Sé un patrocinador de la obra de Dios en el sitio de la Universal México o llamando al 55 5574 3266 para pedir más información.