Inténtalo una vez más, hasta alcanzar tus metas

Todas las personas tienen metas que desean cumplir. Algunas quieren acabar sus estudios para, posteriormente, tener buenos ingresos económicos y darle lo mejor a sus seres queridos; otras desean adquirir una casa cómoda o el auto que siempre anhelaron manejar; otro grupo desea prosperar para viajar a diferentes partes del mundo, para comprar algo de su agrado, etcétera. 

De todas ellas, hay quienes indudablemente han visto materializados sus metas debido a su entrega diaria a sus labores, porque son emprendedoras o porque buscan superarse continuamente. No obstante, también existen quienes luchan todos los días, incluso desde muy temprano y hasta altas horas de la noche, colocando el mismo empeño, por un futuro prometedor que no parece llegar.

Ante este último panorama, las fuerzas y las esperanzas suelen darle paso a la frustración y a la resignación. Entonces, cuando ya se intentó de muchas maneras ¿cómo se pueden cumplir los sueños?

“Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelven allá, sino que riegan la tierra, haciéndola producir y germinar, dando semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié” (Isaías 55:10-11).

De acuerdo con el versículo anterior, un pacto con Dios y con Su Palabra, la cual no falla cuando se deposita toda la fe en ella, es una forma de obtener los resultados económicos que se esperan. En la Nación de los Vencedores, un incontable número de personas han tomado esa decisión y, por ello, se han convertido en una historia de superación y en un ejemplo para quienes las conocen.

Puede ser que ahora te sientas agotado y desanimado por no lograr lo que te has propuesto. Sin embargo, por medio de esta reunión que se realiza los lunes en la Universal, en distintos horarios, hay posibilidad de sumarte a aquellos que han progresado financieramente mediante la fe. Puedes intentarlo una vez más, pero ahora de la mano de Dios, ¿no crees?

Lea también: 5 tips para trazar metas y cumplirlas

“Por la desesperación, malbaratamos una casa y cerramos nuestros negocios”

“Desde que encontré brujería en mi casa, surgieron tantos problemas a los que no les veía solución: mi esposo, mi hijo y yo nos enfermamos, a mí no me encontraban la causa de mis molestias. Fuimos con un espiritista que prometió curarme a cambio de fuertes sumas de dinero —malbaratamos una casa y cerramos los negocios—, pero eso empeoró hasta nuestra condición espiritual.

Supimos de la Universal cuando sintonizamos su programa de televisión. Mi esposo decidió que participáramos en una reunión, pues tenía la seguridad de que podrían ayudarnos. El día que fuimos, le abrí mi corazón a Dios y creí que allí recibiríamos el confort que necesitábamos: desde ese momento dejé de sentir los dolores que me daban.

Al poco tiempo, comenzaron a hablar de la Hoguera Santa, nos sumamos a ese propósito de fe y. como resultado, vimos cambios en nuestra salud porque todos sanamos. Eso nos permitió enfocarnos en nuestra economía: los negocios prosperaron al punto de poder pagar todas las deudas y se abrió la oportunidad para abrir otros diferentes. Además, me dio las condiciones de comprar un auto cero kilómetros y de viajar al Templo de Salomón, en Brasil.

Yo extiendo la invitación para que todas las personas que leen mi historia se den la oportunidad de buscar al Dios que cambió mi vida y, de esta manera, también encuentren la solución” Irene Salazar.