Inapropiado
«No es para los reyes, oh Lemuel, no es para los reyes beber vino, ni para los gobernantes desear bebida fuerte; no sea que beban y olviden lo que se ha decretado, y perviertan los derechos de todos los afligidos» (Proverbios 31:4-5).
Es inapropiado que el rey sea un borracho frente a tanta responsabilidad de administrar la nación por el bien de sus súbditos. Debe ser sobrio para practicar la justicia y la benignidad, y pueda liderar a su pueblo con integridad y verdad. Y, espiritualmente, lo mismo se aplica al pastor con respecto al pueblo, siendo ejemplo de un hombre de Dios, dedicado a sacrificarse y santificarse por su pueblo.
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