Huya de las ilusiones de fin de año

En esta época, muchas personas hacen compras, viajes y se van a fiestas, pero esto es pasajero. Entonces, ¿cómo terminar bien el 2019?

El mes de diciembre suele ocasionar ansiedad en muchas personas. Esto sucede porque la llegada del fin de año es marcada por presiones sociales. ¿Quién nunca se sintió obligado a comprar regalos de Navidad solo porque todo el mundo estaba haciendo eso? En esta época, somos impulsados a comprar más, a preparar platos típicos, a participar en las fiestas, a encontrar amigos distantes, a vestir ropa nueva y viajar.

Es casi imposible escapar de las insistencias del comercio, que adorna las calles y las tiendas de rojo, dorado y verde para avisarles a todos del “ambiente navideño”. La sensación es que el mundo se va a terminar. Por eso, muchas personas se sienten obligadas a hacer en un solo mes todo lo que no hicieron el año entero. ¡Hay tener una cuenta bancaria y salud mental para lidiar con tantas tareas!

¿A quién agrada?

La psicoterapeuta Pollyanna Esteves explica que la necesidad de aceptación puede llevar a muchas personas a ceder a las presiones de fin de año a pesar de que no desean seguir los rituales típicos de esa época. “El ser humano siente la necesidad de agradar a los demás y de ser aceptado por el grupo. Para continuar integradas y evitar desavenencias, algunas personas hacen cosas que no les gustan”.

Según la especialista, las personas con baja autoestima pueden sufrir más en este periodo. “Quien siente inseguridad, tiene más dificultad para decir ‘no’ e imponer sus opiniones. Es importante recordar que debemos gustarles a las personas por lo que somos y no por la utilidad que podamos tener para ellas”.

Vacío

En muchos casos, la búsqueda de comprar, viajes y eventos sociales pueden ser un intento para enmascarar la tristeza y la sensación de vacío. Pero ¿acaso la felicidad está en los bienes materiales o en las fiestas?

Algunas personas no se sienten suficientes y dan regalos o hacen ciertas cosas para ser notadas. Con esto, intentan sentirse mejores, pero muchas veces hay una tristeza no revelada”, afirma Pollyanna. Para escapar de esas trampas, la especialista sugiere mucho diálogo y fortalecimiento de la autoestima. “Es importante conversar con la familia, compartir buenos momentos y tener consciencia de lo que realmente quiere y puede hacer”, aconseja.

Ilusión

El fin de año también suele generar ilusiones. Las fiestas y las luces navideñas les ayudan a muchas personas a enmascarar sus dificultades. Por un momento, ellas llegan a creer que logran huir de los disgustos. Jubiloso engaño. El problema de la ilusión es que esta es solo una promesa, una mentira que se deshace en poco tiempo. Eso significa que, después de la euforia, todo vuelve a ser como antes: las mismas angustias y el mismo vacío.

Felicidad duradera

La búsqueda de soluciones fáciles es el camino más corto para la decepción. Si usted desea alcanzar la felicidad duradera, necesita aprender que la felicidad no se compra. Es decir, la felicidad no está en los paseos, ropas, perfumes, restaurantes, fiestas o cuentas bancarias.

En lugar de la inmediatez de las resoluciones de fin de año, es necesario construir bases sólidas para que la felicidad genuina se concrete. ¿Cómo hacer eso? El obispo Edir Macedo defiende que es importante buscar la felicidad duradera en Dios. “Para alcanzar la felicidad, antes es necesario tomar posesión de la vida. Los muertos ya no tienen derecho a la felicidad. Mientras la persona esté espiritualmente muerta en sus delitos y pecados, ¿cómo alcanzar la felicidad? Imposible. Primero, necesita resucitar. Y, para ello, tiene que buscar al Autor de la vida”, escribió.

Pero, no sirve ir solamente a la iglesia o decir que cree en Dios de la boca para afuera. La fe inteligente que conduce al camino de la felicidad se relaciona a las actitudes diarias de quien cree, tal como lo afirma el obispo Macedo: “Creer en el sentido de entregarse de cuerpo, alma y espíritu. A partir de esa entrega incondicional, la persona recibe vida. Y, entonces, tendrá el derecho a la felicidad tan soñada. Quien sea lo suficientemente humilde para someterse y temerle, heredará riquezas, honra y vida”.

Para empezar bien el 2020, es fundamental terminar el 2019 con la fe fortalecida. La Velada de la Década, que se llevará a cabo el 31 de diciembre en todas las Universal del país, es un buen momento para iniciar los cambios que usted tanto busca.

Para más información, acuda a la Universal más cercana a su domicilio.