Hombres: ¿es importante seguir la moda?

No siempre lo que es tendencia tiene que ver con quien la usa

Algunos hombres están en contacto con la moda, a otros no les importa ni un poco y hay quienes quedan en un punto medio, no le dan tanta atención, pero no la desprecian.

No hay nada de malo con estar conectado con las tendencias o en experimentar diferentes formas de vestirse. Sin embargo, algunos se vuelven rehenes de eso. Cuando el hombre tarda en arreglarse más que su novia o esposa, no logra pasar cerca de un espejo sin estar pegado a él o ni siquiera va a la panadería de la esquina sin «embellecerse», hasta transmite una imagen negativa.

Ese comportamiento hace que se reflexione en lo siguiente: ¿algo que está a la moda tiene que ver con todos los que lo usan? No siempre. No es aconsejable usar una determinada pieza de ropa o accesorio si no coincide con su gusto, su personalidad o hasta su realidad. Incluso hay quienes compran cosas sin necesitarlas, gastan más allá de lo que pueden o deben y no usan la cabeza para hacer valer su propia personalidad simplemente por desear seguir la moda.

Vamos a dar un ejemplo relacionado con la ropa de los hombres. La idea no es hacer juicios, sino reflexionar sobre el uso consciente o no de un estilo. ¿Conoces esos pantalones de pescador que muestran los tobillos, usados muchas veces con zapatos sin calcetines y con saco? Antiguamente, formaba parte de un estilo considerado patético e incluso recibió nombres peyorativos como pantalones de payaso o del “chavo del 8”. Después, terminó convirtiéndose en un hábito, tal vez por no tener que ver con el estilo de las personas que la usan, sino por estar simplemente «en la moda».

Eso quiere decir que tanto ese pantalón como la otra pieza o accesorio deben ser usados por ti si realmente tienen que ver con tu estilo.

A final de cuentas, no siempre lo que le queda bien a una persona le va bien a otra.

Es claro que no se usan calcetines con esos pantalones, pero ¿te sentirías incómodo sin ellos? Entonces, continúa usando tus calcetines. ¿No te sientes bien enseñando los tobillos? Entonces, usa pantalones con el dobladillo tradicional. ¿Para ti se te hace extraño el cuello en V de la playera? Entonces, continúa con la playera normal que, además, nunca ha faltado en el mercado.

Lo mismo vale para las rutinas estéticas. Estar con el cabello limpio y peinado, con la barba bien afeitada o con el rostro siempre barbudo son cuidados básicos y necesarios. Y cuidarse no tiene nada de malo. Lo malo es volverse un esclavo de los tratamientos estéticos.

Además de eso, ¿de qué sirve gastar en cosas de marca, pasar horas completas en una barbería, pero no cuidar el carácter, el espíritu, el intelecto, la salud, la familia y el área espiritual, que es la más importante de todas?

Un hombre que se cuida compra ropa con sabiduría. No paga valores exorbitantes por ella solo porque está a la moda, pero tampoco gasta en algo sin calidad. Compra cosas que duran, son confortables, «padres» —¿por qué no?—, que combinan con él y son prácticas, incluso para lavar y guardar.

Como dijo una vez el estilista dominicano Oscar de la Renta (1932-2014) al hacer una diferencia entre la moda y el estilo: «la moda es vestir algo que está en tendencia. El estilo es ser usted mismo». Habló y dijo.