¿Has notado cómo tratas a tus padres?

Honrar a tu padre y a tu madre es un deber que necesitas cumplir

Familia, se trata de un asunto que nunca es fácil. Es natural e incluso normal que en algunos momentos surjan conflictos, poniendo a padres e hijos en oposición. Pero, cuando todos quieren el bien, esas posturas diferentes solo pueden ser una ilusión, un velo que no permite que los hijos vean el bien que los padres quieren para ellos.

Una vez dicho esto, es necesario reflexionar sobre cómo muchos hijos tratan a sus padres. Hay casos en los que ellos no son capaces de ver la lucha de un padre y una madre para que se vuelvan personas de bien, rectas y con una conducta cristiana. Esa falta de comprensión también es motivo de enfrentamientos y resulta en resentimientos recíprocos.

¿Quién no conoce el caso de hijos que no hablan con sus padres y abandonaron sus antiguos hogares porque no logran resolver esas diferencias? Por un lado, el distanciamiento puede ser bueno para que se tenga otra perspectiva y se valore lo que la mamá y el papá son capaces de hacer por un hijo; pero, por el otro, dejar el problema en espera, como si no existiera, no lo resuelve.

Algunos pueden argumentar que no quieren conversar con sus padres por el trato duro que tuvieron cuando eran niños. Otros pueden enumerar los pocos momentos en que los padres demostraron algún tipo de afecto por ellos. Pero, por todo eso, también es necesario considerar qué tipo de situación causó acciones como esas.

Muchas veces, los padres tienen problemas de todo tipo (económico, emocional, espiritual) y eso, de alguna manera, se refleja en el trato con los hijos. En este artículo, no se trata de ser el abogado de ellos, sino que todos intenten ver las cosas con más comprensión. La vida no es fácil y no siempre se puede hacer lo que uno quiere.

¿Y por qué esto? Porque muchos hijos tratan mal a sus padres y, después de salir de casa para tener su propia familia, olvidan a los mayores. Muchos viven lejos y ni los llaman para saber cómo van las vidas de sus padres. Incluso algunos los abandonan en asilos.

Es claro que hay casos en los que no se tiene tiempo para cuidar integralmente a los padres de edad avanzada, y una casa de reposo puede ser una buena opción. Pero, en este caso, nos referimos al abandono completo, a la falta de contacto y de cercanía con los padres. También hay situaciones en las que los padres son tratados de forma grosera por sus hijos y muchos de ellos aún ni han salido de casa para tener su familia.

Con relación a todo eso, la Santa Biblia es ejemplar al mostrarnos cuál es la conducta de un hijo con respecto a sus padres. Entre los mandamientos hay uno que dice: «Honra a tu padre y a tu madre» (Éxodo 20:12). ¿Cuál es su significado? No se trata solo de levantar el pecho y decir que estás orgulloso de tus padres. No. Este mandamiento, así como los demás, tiene que ejecutarse en la práctica, en el día a día, pues fue dado por el Mayor Padre, que es Dios.

Aunque muchos padres se equivocan, equivocarse es humano, ellos representan la base para nuestra vida. Muchas veces, sus enseñanzas no están en historias contadas por ellos, sino en su propia conducta al dirigir su vida. Son historias prácticas de sudor y sufrimiento, pero también de redención en lo que Jesús enseñó.

Por eso, respeta a tus padres, aunque sean imperfectos. Reserva tiempo para estar con ellos. En caso de que haya cuestiones no resueltas, antes que todo, perdónalos. Eso ya significa medio camino para resolverlas. Si ellos son de pocas palabras, tienes la oportunidad de agradecerles. Si no tienes el valor de hablar, escribe algo. Un hombre y una mujer de verdad aprende a encontrar el camino, pues honra verdaderamente a su padre y a su madre de acuerdo con los planes de Dios.