Gente que se maldice sin querer
No se toca, no se habla, no se perjudica, no se estorba, no se condena, no se señala con el dedo a un elegido de Dios
Mucha gente no se da cuenta de cuánto se maldice. El dinero es el que nunca puede cubrir los gastos, la salud es la que nunca se estabiliza, es la constante inestabilidad emocional, la relación es la que nunca funciona, y hasta la fe siempre está a la baja. Normalmente, esas personas concluyen que sus problemas forman parte de la vida, pero ¿será cierto? ¿O acaso están siendo maldecidas y no lo saben?
A partir del momento en que se toca a alguien que tiene una alianza con Dios, así como Abraham, es decir, de vida, se toca a la niña de los ojos de Dios. No importa si lo tocó en la ignorancia, a causa de noticias falsas, chismes, rumores o por un mal entendido. Consciente o no, quien toca o habla, o perjudica de cualquier manera a un elegido de Dios, le rendirá cuentas de eso a Dios.
Fue lo que sucedió con Abimelec y toda su casa, cuando tomó a Sara para él. Abraham había dicho que ella era su hermana y el rey obviamente no vio nada de malo en llevársela a su harem. Inmediatamente después de eso, una plaga invadió su palacio y todo el mundo se volvió estéril. Entonces, Dios apareció en un sueño de Abimelec y le advirtió que, si no devolvía a Sara, más allá de aquella plaga, él y toda su familia morirían. Y no solo eso, además de tener que devolver a Sara, ¡tenía que pedirle a Abraham que orara por él!
Abimelec Le respondió diciendo que Abraham lo había engañado. ¿Acaso Dios castigaría a una nación a causa de eso? Y vea qué genial, Dios dijo que fue por eso que Él no había dejado que Abimelec tocara a Sara, es decir, el rey se la había llevado al harem, pero Dios no había permitido que él la tocara, si no, con seguridad, todos morirían por eso. Después de que Abimelec devolvió a Sara y le pidió a Abraham que rogara por él, sabiendo que estaba lidiando con alguien extremadamente importante para Dios, «tomó ovejas y vacas, siervos y siervas» y se los dio de regalo a Abraham, para compensar toda vergüenza. ES DECIR, además de pedir perdón, pidió oración, ¡e incluso le compensó!
No se toca, no se habla, no se perjudica, no se estorba, no se condena, no se señala con el dedo a un elegido de Dios, pues quien hace eso, lo hace contra el propio Dios. Vea el ejemplo del hijo de Noé, que expuso la desnudez de su padre y fue maldecido, no solo para toda la vida, sino la de toda su descendencia.
¿Noé se equivocó emborrachándose en la viña? Se equivocó. ¿Abraham se equivocó omitiendo que su hermana también era su esposa? Se equivocó. Cuando un elegido de Dios falla, Dios es quien le hace frente a él. ¿Usted vio a un siervo de Dios pecar? No lo exponga delante de quien no puede ayudarlo, sino que llévele la situación a quien puede ayudarlo, y DEJE QUE DIOS lidie con él. Su parte es ayudar y nada más.
En la fe.
Por Cristiane Cardoso
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