Fuentes secas
Lamentablemente, muchas personas han insistido en los errores, a pesar de haberles sido mostrado ya el Camino del cambio de vida.
“Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive el SEÑOR, Dios de Israel, delante de Quien estoy, que ciertamente no habrá rocío ni lluvia en estos años, sino por la palabra de mi boca.” 1 Reyes 17:1
Elías llamó la atención del rey Acab acerca de lo que sucedería si seguía en el camino incorrecto en el cual estaba, llevando a todo Israel a la ruina. Pues, en esos 3 años y medio sin lluvias, todos habían sufrido miseria, necesidades, y habían vivido días de mucho dolor, sin embargo, su orgullo, arrogancia y prepotencia no lo dejaban volverse a Dios y ver la real causa de tanta desgracia. Por lo contrario, el rey había preferido buscar alternativas para resolver el problema.
“Entonces Acab dijo a Abdías: Ve por la tierra a todas las fuentes de agua y a todos los valle; quizá hallaremos hierba y conservaremos con vida los caballos y los mulos, y no tendremos que matar parte del ganado. Y dividieron la tierra entre ellos para recorrerla; Acab se fue solo por un camino, y Abdías se fue solo por otro.” 1 Reyes 18:5-6
¿Cuántos han buscado fuentes alternativas y ríos que están secos? Intentan ser felices sin relacionarse con Dios. Cambian de ciudad, de país, en busca de la prosperidad, se matan de tanto trabajar, llegan a abandonar a la familia por no tener tiempo, y, a pesar de todo lo que hacen, no tienen nada.
Otros, por ser infelices en el matrimonio, piensan que consiguiendo un nuevo cónyuge serán felices, y ya están en la segunda, en la tercera relación… pero el fracaso es el mismo.
Son enfermos que ya fueron a todos los especialistas, inclusive buscaron tratamiento en el exterior, y cada día están más consumidos por una enfermedad sin cura.
Las fiestas, las drogas, el alcohol, los viajes, el “disfrutar la vida”… esa ha sido la búsqueda incesante por un poco de agua que sacie la sed del alma, y lo peor es que cada día esas personas están más vacías, más deprimidas y muchas incluso desean la muerte.
Todo eso sucede porque ellas no quieren ver y reconocer el real problema, pues el mismo espíritu de orgullo que estaba en Acab está en muchas personas en la actualidad. Prefieren engañarse intentando buscar fuentes secas que rendirse a Aquel que tiene AGUA VIVA para dar.
Elías mostró el motivo de tanto sufrimiento, reveló lo que estaba por detrás de aquella situación caótica:
“Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se acercó a él. Y reparó el Altar del SEÑOR que había sido derribado.” 1 Reyes 18:30
Mientras su altar esté en ruinas, su vida estará en ruinas. Mientras su altar esté caído, usted estará caído. Eso es inevitable, ¡y es imposible huir!
Altar representa comunión con el Altísimo, lugar de sacrificio, de entrega, de quedar en la dependencia del Todopoderoso. Solo cuando la persona entiende eso y obedece es que todo cambia.
¡No permita que el orgullo y la arrogancia lo hagan sufrir más! Restaure su altar, arrepiéntase y verá el FUEGO DE DIOS, que es el Espíritu Santo, descender sobre su vida y restaurar todo lo que fue destruido.
“Oh SEÑOR, Esperanza de Israel, todos los que Te abandonan serán avergonzados. Los que se apartan de Ti serán escritos en el polvo, porque abandonaron al SEÑOR, fuente de aguas vivas.” Jeremías 17:13
“Respondió Jesús y le dijo: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.” Juan 4:13-14
¡Que Dios los bendiga y los haga entender estas cosas!
Colaboró: Obispo Franklin Sanches
Extraído del blog del obispo Edir Macedo
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