Extraños rituales de brujería podrían acabar con los colibríes de México
Los colibríes son como joyas convertidas en pequeñas aves que muestran la belleza del color a través de sus elegantes plumas y se encuentran en riesgo de desaparecer al ser utilizados en diversos rituales de brujería.
Para Héctor Castellanos, abogado ambientalista, «la comercialización es muy común pues en cualquier área del país se encuentran a la venta muchísimas especies de animales, la mayoría al borde de desaparición».
Según informes de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, (CONABIO), cinco de las 58 especies de colibrí que existen en el país se encuentran en riesgo.
Uno de los rituales donde se utiliza más es «para atraer el amor». De acuerdo a María del Coro Arizmendi Arriaga, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México «[Los colibríes] siempre han estado asociados a la guerra, al amor y a la fecundidad porque comen néctar de las flores para atraer a otros colibríes a que tomen de ese mismo néctar y así polinicen las plantas».
Es por eso que, al considerarse «el ave del amor», en distintos mercados se pueden encontrar «expertos» en amarres que ofrecen rituales con este tipo de aves muertas, vivas o montadas como amuleto.
Una fe diferente, efectiva
Dios tiene muchas promesas para quienes lo aman, pero también condena todo tipo de hechicería.
Si crees que has sido víctima de algún ritual o hiciste uno sin saber, acércate a cualquier Universal y aprende sobre el único Dios que es capaz de darte todo sin hacer sufrir a ningún ser vivo.
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«Decidimos hacer rituales y le abrimos la puerta al infierno»
«Con el afán de terminar con los problemas que afectaban a la familia, visitamos casas de limpias para que nos realizaran rituales. Para ello usábamos elementos como veladoras, fuego, ramos, etc.
No obstante, lejos de que la situación tuviera un cambio positivo, atrajimos tormento espiritual. Las dificultades empeoraron, pero además debíamos lidiar con los espíritus que se manifestaban en la casa: sentíamos miedo, persecuciones, soñábamos gente muerta… llegamos al punto de dormirnos todos en una misma cama porque nos daba pánico estar solos.
Tratábamos de revertir el mal con más rituales, pero en realidad, con estas acciones, le dábamos más fuerza sin saberlo.
La única salida para vencer este tipo de problemas espirituales fue Dios. Llegar al Templo de los Milagros le dio un respiro a nuestra vida. De entrada, perdimos el miedo y, con la fe puesta en Dios, tuvimos el valor de vencer a esos espíritus malignos.
Participar los días viernes es vital para mí. Aunque ya estoy bien y no hay más tormento, en estas reuniones me libero del estrés y de todo lo negativo. El Señor Jesús es la puerta efectiva para terminar con los problemas.» -Luis Navarro
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