¿Estás listo para que lo extraordinario suceda en tu vida?

Mientras no escuches y obedezcas la voz de Dios, no estarás listo para eso

Si alguien te pregunta si estás listo para recibir una gran bendición en tu vida, la verdadera realización de un sueño, ¿cuál sería tu respuesta?

Probablemente, sería un «sí, claro» o «con seguridad». Pero, la verdad es que no todos están listos para ver que suceda lo extraordinario de Dios.

El motivo es simple: no todos están listos para escuchar Su voz y obedecerla.

«Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios» (Santiago 1:19-20).

Esa ira es la indignación, el enojo en contra de una situación humillante o vida miserable. Pero, ese sentimiento, por sí solo, no trae consigo una respuesta de Dios. Gedeón, por ejemplo, estaba indignado. Cuando el ángel apareció, él mostró esa indignación, sin embargo, también obedeció lo que Dios le mandó (lee Jueces 6).

Porque si Dios no estaba con él, no iba a cambiar la situación. Hay muchas personas indignadas, pero en el momento de escuchar la voz de Dios, no lo oyen. Y, para ver en su vida lo que está fuera de lo común, es necesario obedecer. Y cuando haces tu parte con fe, ves la injusticia siendo arrancada de tu vida.

En el caso de Gedeón, después de obedecer, él vio la justicia de Dios: 300 hombres vencieron a un ejército con 135 mil guerreros.